Afectados por el cierre de Ideal en Mallorca: «Gastamos 1.700 euros y no nos dieron ningún documento»

Alba García y su marido son dos de los cientos de afectados por el cierre de Ideal en Mallorca

Pagaron el importe de un tratamiento para dos años y solo han podido disfrutar de una sesión

Alba García, ayer minutos antes de la reunión.

Alba García, ayer minutos antes de la reunión. / Guillem Bosch

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Alba García y su marido se gastaron setecientos euros y mil, respectivamente, en dos tratamientos de depilación de dos años, más cinco de garantía en Ideal. En noviembre disfrutaron de una de las doce sesiones contratadas. La primera y la última, ya que el 20 de diciembre Alba recibía el siguiente mensaje: «Lamentamos informarle del cierre de su centro. Dispone de toda la información en www.centrosideal.com. Sentimos las molestias».

Al entrar en la página web a la que la empresa le dirigía, aparecía el comunicado en el que anunciaba su cierre: «Debido a la situación económica que llevamos atravesando desde la pandemia, y a pesar de nuestros esfuerzos y de todo nuestro equipo durante todo este tiempo, nos vemos legalmente obligados a proceder al cierre de nuestros centros propios».

Alba no podía creer lo que estaba leyendo, ya que dos días después tenía cita para realizar su segunda sesión y su marido -que nunca llegó a recibir dicho sms-, el 22 de enero. ¿Lo peor? La empresa de belleza y depilación láser no les había entregado documento alguno que acreditase ni el tratamiento contratado, ni el dinero invertido. «Lo único que nos dieron fue un tique de pago y ya está. No teníamos ni contrato, ni nada», explica a este diario antes de que dé inicio la reunión convocada ayer por la asociación de consumidores de Balears Consubal para recomendar a los afectados por el cierre de Ideal qué hacer y explicarles qué derechos tienen.

Tras recibir el sms de la empresa, Alba se puso manos a la obra: «Intenté contactar con ellos por WhatsApp, por correo electrónico y por teléfono y no conseguí hablar con nadie», señala con angustia. Por ello, el mismo día 20 de diciembre por la tarde creó el grupo de Facebook de afectados por el cierre de centros en Baleares. «Lo hice para intentar al menos juntarme con otras personas y ver qué hacer», relata.

Tanto ella, como su marido eran clientes del local situado en el centro comercial Fan Mallorca Shopping, tienda con la que finalmente logró contactar por vía telefónica. «Me atendió la gerente, le pregunté qué estaba pasando y me dijo que los empleados estaban igual que nosotros los clientes, que no sabían nada». Cuenta que le pidió si podía enviarle los contratos de sus tratamientos y que le contestó que ya no tenían acceso a nada, que los ordenadores estaban bloqueados. «Yo quería tener algún documento que acreditara lo que contratamos y pagamos y así poder tener algo para reclamar al banco o a quien sea», apunta.

Un momento de la reunión de Consubal con los afectados por el cierre de Ideal.

Un momento de la reunión de Consubal con los afectados por el cierre de Ideal. / Guillem Bosch

Al no conseguir nada por su parte, decidió movilizarse. Y así empezó su iniciativa por redes sociales, a la que ya se han unido más de 1.400 personas de toda España en Telegram y más de 150 de Balears en Facebook.

«Gracias a estos grupos me he ido informando de qué hacer, qué trámites llevar a cabo...», indica. Así, averiguó que las tarjetas con las que realizaron tanto su marido como ella los pagos, tienen un seguro y que «lo que tenía que hacer era denunciar ante la Policía Nacional y después en Consumo». Con todo ello, decidió reclamar a su banco que le devolviese el pago realizado.

Ahora, Alba se encuentra a la espera de qué sucederá tras el cierre de los centros de Ideal, y sobre todo de qué ocurrirá con el dinero invertido por los afectados.

«La piel puede verse afectada»

David Carranza también acudió ayer a la reunión convocada por Consubal. Él se gastó 360 euros en dos packs de trece sesiones de depilación con láser y dos limpiezas faciales. Igual que Alba y su marido, solo recibió un tique de compra que no conserva.

Y recibió el mismo sms, él el 22 de diciembre. Tenía cita el día 27 para continuar con un tratamiento que contrató el pasado septiembre. Además de lamentar el dinero perdido, teme que «la piel pueda verse afectada si no se continúa con el tratamiento iniciado».

Tras la reunión de este lunes, Alba, su marido y David actuarán en consecuencia, aunque saben que la espera será larga y la resolución del conflicto, incierta.

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