Previsión de emergencia social por ola de frío durante los próximos días

Se refuerza el servicio de ayuda a las personas que viven en la calle con reparto de mantas y alimentos

Cruz Roja aumenta el reparto de mantas y alimentos durante las olas de frío

Cruz Roja aumenta el reparto de mantas y alimentos durante las olas de frío / Cruz Roja

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

La activación en los servicios sociales del plan de emergencia por ola de frío se produce cuando las temperaturas mínimas se aproximan a los cinco grados, momento en el que en cada albergue del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) se destinan cinco plazas para poder acoger a las personas que viven en la calle y que deseen cobijarse bajo techo, según se señala desde Cruz Roja.

Aunque todavía no se ha dado este caso, se pone de relieve que el plan diseñado para hacer frente a estas situaciones previsiblemente se activará durante los próximos días, a la vista de las previsiones publicadas por la Agencia Nacional de Meteorología.

Papel de las UMES

También las unidades móviles de emergencia social (UMES) que gestiona Cruz Roja y financia el Consell de Mallorca a través de su instituto de asuntos sociales (IMAS) forman parte de este plan. Este servicio dispone de dos vehículos que se utilizan principalmente para acompañar durante el día a las personas sin hogar para hacer trámites burocráticos, como renovar la tarjeta sanitaria, o acudir a las consultas médicas, y de una furgoneta que recorre las calles de Palma desde las 21,30 horas hasta las 3 de la noche, para prestar ayuda a esas personas sin hogar, y que durante esos días potencia el reparto de mantas, alimentos y bebidas calientes, además de trasladar a aquellos que aceptan alojarse en algún centro de acogida durante esas noches más frías.

Elevado reparto de mantas

Desde el citado organismo se destaca especialmente elevado número de mantas que se entregan durante esos días muchas de ellas donadas por empresas hoteleras cuando renuevas ese material, pudiendo llegar a las 30 por noche.

Un aspecto que se pone de relieve es que a esta ayuda a las personas sin hogar por problemas de exclusión social se está sumando un número de creciente de individuos cuya vida en la calle se explica por la exclusión residencial, es decir, la imposibilidad de poder hacer frente al alquiler de una vivienda o incluso de una habitación.

Eso hace que los beneficiarios de este servicio tengan ahora un perfil más joven, ya que se dan casos de individuos que incluso disponen de empleo, aunque precario o inmerso en la economía sumergida.

Un aspecto que se destaca es que las Administraciones públicas cuentan con apreciables ayudas para poder hacer frente al pago de los alquileres, pero estas personas no pueden acceder a ellas desde el momento en que su problema es haberse quedado en la calle.

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