Despedido un técnico sanitario de Mallorca por tocamientos íntimos a un paciente

El enfermo tenía que realizarse unas radiografías y el auxiliar de enfermería empezó a palparle los genitales durante dos minutos

El paciente tenía que realizarse unas pruebas de diagnóstico.

El paciente tenía que realizarse unas pruebas de diagnóstico. / J.F.Mestre. palma

Un técnico sanitario de una clínica de Palma ha perdido su empleo, que venía desarrollando ininterrumpidamente durante los últimos 20 años, como consecuencia de los tocamientos inapropiados que realizó a un paciente. Este empleado fue despedido a raíz de la denuncia del cliente de la clínica y esta decisión disciplinaria ha sido ratificada por un juez. En la sentencia se considera que los hechos cometidos son muy graves y justifica la medida disciplinaria impuesta por la entidad sanitaria. El técnico ha sido despedido y además no tiene derecho a percibir ningún tipo de compensación económica.

En el mes de agosto del año 2021 la empresa le comunicó a este técnico sanitario, que trabajaba en el departamento de radiología, el inicio de un expediente disciplinario, por unos hechos ocurridos unos días antes. El trabajador atendió a un paciente, que debía someterse a unas pruebas de telemetría y radiología de ambas piernas. Durante la preparación de las pruebas de diagnóstico, el técnico estuvo realizando tocamientos en la zona genital del paciente. No fue un simple roce involuntario, sino que los tocamientos se prolongaron alrededor de dos minutos. La incomodidad del paciente era evidente, ya que llegó incluso a observar que el sanitario que le atendía en algún momento también aproximaba la cara hacia la zona genital.

La prueba apenas duró unos minutos. El paciente salió de la zona de radiología y se dirigió a la sala de espera de la consulta de un médico. De pronto recibió un mensaje a su teléfono móvil. Le escribió el técnico sanitario. Se presentó diciendo que era la persona que le había realizado las radiografías. «Te paso una tarjeta mía por si te puedo hacer falta algún día», le indicaba. A continuación recibió una captura de la tarjeta profesional del sanitario, en el que se presentaba como quiromasajista. Además de su atribución profesional, también aparecía su número de teléfono.

El paciente en ese momento entró en un estado de nerviosismo. Una persona que también aguardaba en la sala de espera se dio cuenta de que algo le estaba ocurriendo y se ofreció a ayudarle. El paciente le explicó lo ocurrido y le aconsejó que se dirigiera al departamento de atención al cliente de la clínica, acompañándole incluso para que relatara lo ocurrido. Al presentar la queja desde este departamento se solicitó la presencia del responsable de enfermería de la unidad de radiodiagnóstico, relatándole lo que había ocurrido.

A partir de esta denuncia se abrió una investigación interna y se descubrió un hecho muy revelador. Se detectó que el auxiliar sanitario había realizado un acceso ilegal al historial clínico del paciente. Una información privada a la que no tenía derecho de conocer. Sin embargo, de este modo pudo descubrió el teléfono particular de esta persona, de tal manera que así pudo enviarle un mensaje privado ofreciendo sus servicios como quiropráctico.

El trabajador, en su disculpa, negó cualquier tipo de interés sexual al realizarle estos tocamientos al paciente. Lo justificó diciendo que formaba parte del protocolo para realizar estas pruebas de diagnóstico, aunque no llegó a explicar la razón por la que estuvo durante tanto tiempo palpando la zona íntima del enfermo.

El técnico, sin embargo, se mostró arrepentido de haber ofrecido sus servicios externos a este enfermo, aludiendo que en ese momento pasaba un mal momento económico y necesitaba este trabajo extra.

La sentencia reprocha que el trabajador sanitario hubiera entrado en la información privada del paciente que aparece reflejada en el sistema informático de la clínica. El acceso a estos datos privados está terminantemente prohibido para toda persona ajena, salvo que se trate del médico que necesita consultar el historial para ayudarle a realizar su diagnóstico. En este caso este acceso solo tenía un interés personal, ya que al técnico lo único que le interesaba era conocer el número de teléfono del paciente para poder enviarle un mensaje.

El juez considera muy grave el comportamiento del técnico sanitario, tanto en el episodio de los tocamientos, como después al buscar información del historial médico de este paciente. Por ello, se considera que esta medida disciplinaria de despido está más que justificada.