La comandante María Cruz Acero, la primera guardiana de la base militar del Puig Major, el techo de Mallorca

Tiene 44 años, es natural de Castilla y León, madre de una niña y desde agosto de 2023 es la comandante del Escuadrón de Vigilancia Aérea Número 7, la base del Ejército del Aire situada en la azotea de Mallorca, la primera mujer al frente de la unidad

Ha participado en misiones en Somalia y Libia, fue tripulante del avión de patrulla marítima CASA CN-235 y cuando deje el cargo le gustaría postularse para un puesto de la OTAN o la ONU

La comandante del Ejército del Aire María Cruz Acero es la primera mujer que dirige la base del Puig Major

La comandante del Ejército del Aire María Cruz Acero es la primera mujer que dirige la base del Puig Major / NELE BENDGENS/Mallorca Zeitung

Frank Feldmeier

María Cruz Acero tenía la vista en la montaña más alta de Mallorca, el Puig Major, hace siete años, cuando fue trasladada a la isla. Inicialmente su destino fue la base aérea de Son Sant Joan , situada justo al lado del aeropuerto de Palma, como tripulante del avión de patrulla marítima CASA CN-235. “La cúpula del Puig Major se ve muy bien desde Son Sant Joan cuando hace buen tiempo”, afirma Acero. “ Y me dije: Algún día seré el jefe del EVA-7 ”.

La castellano y leonesa, de 44 años, es desde agosto la comandante del Escuadrón de Vigilancia Aérea Número 7, la base situada en la azotea de Mallorca, desde donde el radar tridimensional protegido por la cúpula vigila el espacio aéreo del Mediterráneo. Y, a diferencia de su predecesor en el mando, tiene su despacho directamente en la cima de la montaña , en la zona militar restringida a casi 1.450 metros de altitud , y no en el campo base, entre la carretera de Tramuntana Ma-10 y el embalse de CúberAcero está integrada en el equipo de especialistas técnicos del Ejército del Aire que velan para que el radar esté siempre en pleno funcionamiento.

Normalmente utiliza su despacho de la planta baja, que como todo el complejo desprende el encanto de los años 60 y 70, para celebrar reuniones una vez por semana. Actualmente trabajan en la base 65 militares y cinco civiles , mucho menos que en años anteriores, cuando el radar todavía operaba de forma totalmente manual.

Además de las guardias, los soldados también pueden fuera siempre que el tiempo de viaje hasta la base no supere una hora. Sin embargo, el edificio residencial está nuevamente ocupado por completo . Acero señala la actual escasez de vivienda que sufre la isla como uno de los factores que explican esta circunstancia . Los servicios trasladados a Mallorca y que por lo general no tienen familia aquí, luchan con los altos precios del alquiler como el resto de la población. Mientras tanto, se está pensando en reparar y poner en funcionamiento otro edificio de viviendas abandonado tras el fin del servicio militar obligatorio en 2001 y la reducción de la plantilla . Según la comandante, la convivencia es buena para el espíritu de equipo : "Comen y viven juntos, hay más sentimiento de camaradería", afirma.

La primera mujer comandante del Puig Major

Acero es la primera mujer comandante del Puig Major y una de las once mujeres que actualmente forman parte de la unidad. Por lo tanto, EVA-7 está ligeramente por encima de la proporción media de mujeres en el Ejército del Aire,del 14% . Después de 35 años en los que el Ejército también ha incorporado mujeres, este número sigue siendo pequeño, pero más que en la mayoría de los demás países, afirmó el comandante. “ Si las mujeres en las Fuerzas Armadas fueran más visibles en la percepción general, les daríamos a las jóvenes más opciones a la hora de elegir una carrera ”, considera Acero.

Un desafío, sin embargo, es la dificial conciliació entre vida laboral y familiar , debido a la disponibilidad requerida para los servicios de guardia, para los ejercicios y para las misiones. “ Es complicado ”, recoinoce la comandante, madre soltera de una hija pequeña. “No tengo familia en Mallorca y a veces necesito llamar a amigos o volar a la península para dejar a mi hija con mis padres". Muchos le preguntarían cómo se le ocurrió optar a este trabajo. A lo que ella responde segura: “No es algo impulsivo, defino un objetivo y lucho por una solución . Como madre, no quiero dejar mi trabajo”.

María Cruz Acero, comandante de la base militar puig Major

María Cruz Acero, comandante de la base militar puig Major / NELE BENDGENS/Mallorca Zeitung

Misiones en Somalia y Libia

Su trabajo le resultó especialmente satisfactorio durante las misiones en el extranjero, como miembro de la tripulación en vuelos de reconocimiento. Dirigió la Operación Atalanta a Somalia , donde había que proteger de los piratas el transporte marítimo en el Océano Índico occidental. La Operación Sofía se dirigió luego a aguas libias para combatir el tráfico de personas. El equipo de reconocimiento transmitió la información obtenida en tiempo real cuando los migrantes subieron a las embarcaciones para que luego pudieran ser rescatados de inmediato. “Uno experimenta in situ cómo puede hacer una contribución concreta a la sociedad con su conocimiento y su trabajo”, afirma Acero.

El despliegue en el Puig Major constrasta con esas misiones. Se trata de liderazgo . “Los oficiales aspiramos a un puesto de mando”, explica Acero. “Es muy inspirador y motivador ser responsable de una unidad ”, asegurando que el objetivo es que todos puedan hacer su trabajo lo mejor que puedan y que los recursos estén bien administrados. La fluctuaciaciones de personasl son un desafío añadido . Los soldados que son trasladados desde la península a Mallorca y no tienen vínculos familiares en la isla, por el alto coste de vida, no suelen quedarse mucho tiempo. Al menos ahora se está invirtiendo más: al igual que en Alemania, en España los asuntos militares han vuelto a ser el centro de atención desde el estallido de la guerra en Ucrania , y hay notablemente más conciencia de ello a nivel político.

En la política balear, el Puig Major aparece repetidamente en la agenda política cuando los partidos de izquierda exigen un acceso generalizado a la zona restringida . En los años 50, Estados Unidos tomó inicialmente una posición militar en el Puig Major e instaló su primer sistema de radar , basándose en un acuerdo con Franco. Los estadounidenses se retiraron en 1964 y Ejército tomó de nuevo el mando. Hoy el sitio está integrado en la red de la OTAN.

Abierta permitir las pruebas deportivas: ciclismo, atletismo de montaña y parapente

Semanalmente la comandante Acero recibe solicitudes de deportistas o excursionistas, de grupos pequeños y grandes, de acceso a la zona restringida. "Estamos abiertos a ello", afirma. "La población debería saber lo que estamos haciendo aquí". La condición previa es siempre que el trabajo no se vea perjudicado y que nadie corra peligro. 

El año pasado se celebró por primera vez en el Puig Major la carrera ciclista “Kill the Hill” . La carrera de montaña “ Desafío Fas” , organizada por los militares , cuyo recorrido se prolonga desde el Port de Sóller hasta la cima de la montaña, está previsto que en 2024 se convierta en una carrera más accesible para los deportistas aficionados. "También queremos hacer posible que los atletas organizados en clubes puedan volar en parapente en el futuro ".

El puesto de comandante en el Puig Major no es un trabajo vitalicio, sino que está limitado a tres años . ¿Qué debería pasar a continuación? "Tengo muchas ideas. Me gustaría postularme para un puesto en el extranjero , en una organización internacional como la OTAN o la ONU". Cuando llegue el momento, la foto de Acero también colgará en la pared frente al despacho en la galería de mandos, hasta su llegada exclusivamente masculina.

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