Día de las Personas Sin Hogar: «Que la gente duerma en un cajero es menos importante que cumplir la normativa»

Entidades sociales de la Iglesia denuncian la imposibilidad de alojar en algunas de sus viviendas a gente sin hogar

Cerca de 800 afectados fueron atendidos en 2022 en Mallorca

Un hombre duerme en un banco en plena calle.

Un hombre duerme en un banco en plena calle. / B.Ramon

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Entidades sociales de la Iglesia denuncian la imposibilidad de alojar en algunas de sus viviendas a personas sin hogar. Explican que pese a poseer inmuebles vacíos, la Administración se lo impide porque no cumplen los requisitos necesarios.

«Tenemos pisos vacíos, pero no cumplimos la normativa y se ve que eso es más importante que tener a gente durmiendo en un cajero», criticó ayer Toni Moyà, director de la Fundació Social La Sapiència. Su entidad atendió a un total de 488 personas el pasado año en Mallorca, aunque destacó sobre todo la lista de espera existente. «Como no cumplimos la ley, es gente que se queda en la calle», sentenció.

Según explicó, los inmuebles dedicados a esta función tienen que cumplir una serie de requisitos como estar adaptados o tener un plan de emergencia contra incendios, no basta con que tengan la Cédula de Habitabilidad y que estén en condiciones óptimas. «Hemos tratado de solucionar este tema con los diferentes políticos y con los técnicos y siempre se muestran dispuestos, pero cuando el asunto llega a los servicios jurídicos, se aplica la ley y al final lo impiden», relató con desazón.

Jaume Alemany, delegado de Pastoral Penitenciària y responsable del proyecto Sojorn, reforzó los argumentos del director de La Sapiència al remarcar la situación de «emergencia» existente en Balears. «Es urgente que se atienda esta cuestión, cada vez son más las personas sin hogar», apostilló. Por ello, pidió que se establezcan «medidas excepcionales como flexibilizar las exigencias» para que no haya gente sin un techo bajo el que cobijarse. «Está claro que las viviendas tienen que ser dignas, pero se puede ser un poco laxo, porque antes que vivir en la calle es preferible que compartan habitación», puntualizó.

Que una persona no tenga hogar «afecta a muchas otras dimensiones. Es una cuestión que nos afecta a todos y el peligro es que lo normalicemos», apostilló. En este sentido, el responsable del proyecto Sojorn destacó la falta de empatía de la ciudadanía y señaló la educación como una de las culpables. «Corremos el peligro de acostumbrarnos a ver gente en la calle y además a mirarles mal, y son gente normal que tiene el problema de no poder pagar un alquiler de 900 euros. Yo tampoco podría», sentenció.

Día de las Personas Sin Hogar

Con motivo del Día de las Personas Sin Hogar, que tendrá lugar este próximo domingo, día 29 de octubre, las entidades que forman parte del Área de Pastoral Caritativa y Social de la Iglesia -la Fundació Social La Sapiència, Pastoral Penitenciària, Projecte Sojorn, Pastoral de la Salut, Justícia i Pau y Càritas Mallorca- reclamaron ayer en rueda de prensa que el derecho a la vivienda sea una prioridad política dada la mencionada «urgencia» existente en Balears por el notable incremento de personas sin hogar.

En este marco, presentaron la campaña ‘Comparte tu red. No dejes que se queden fuera de cobertura’, con la que se pretende dar visibilidad a la falta de derechos y la desprotección social que sufren estas personas. Teresa Riera, técnica del servicio de personas sin hogar de Càritas Mallorca, destacó en el acto celebrado en la Casa de l’Església, que el foco de la campaña se pone este año en las mujeres. «Vemos cómo cada día hay un progresivo aumento de la demanda femenina de nuestros servicios», por ello especificó que su objetivo este 2023 es «dar voz a todas ellas, que sufren una lenta respuesta de las Administraciones y una masculinización de los recursos existentes». En este sentido, denunció «su desprotección y estigmaticación».

Con esta campaña denuncian que «miles de personas y familias sufren la vulneración de sus derechos sin que exista una respuesta rotunda por parte de la sociedad», por lo que piden más protección, más derechos y más respeto hacia las personas sin hogar. En 2022 esta red de entidades atendió a más de 800 personas en esta situación. «Cada año es más difícil acceder a una vivienda», apuntó Riera.

Cambio de perfil

Además de las mujeres, las personas mayores también se están viendo con problemas importantes de acceso a la vivienda. Así lo resaltó Moyà, que ayer incidía en el cambio de perfil de usuario que se ha producido estos últimos años.

«Las personas mayores autónomas que no pueden pagar un alquiler» son las que demandan un hogar a estas entidades y esto deriva en un nuevo problema, ya que los jóvenes que antes se alojaban en sus dependencias «se han quedado en la calle» porque quien tocaría estar en una residencia, dada la amplia lista de espera existente, pide alojamiento a esta red de apoyo. Y así se produce un desplazamiento que no hace otra cosa que dejar sin ayuda a gente que lo necesita.