Caos en los hospitales de Mallorca y el 061 tras el desplome del sistema informático

El fallo ha ocurrido sobre las tres y media de la tarde al caerse la central que rige todos los ordenadores hospitalarios e impidiendo a los sanitarios consultar historias clínicas y pruebas diagnósticas de los pacientes

Una sanitaria del hospital de Manacor explicando la incidencia a los pacientes

Una sanitaria del hospital de Manacor explicando la incidencia a los pacientes / DM

I. Olaizola

I. Olaizola

Caos en los hospitales de Mallorca debido a la caída generalizada de todos sus servicios informáticos. Según ha informado el Servei de Salut, el fallo se ha producido sobre las tres y media de esta tarde en el servidor Islalink, el "cerebro" y punto neurálgico que rige todos los sistemas informáticos del IB-Salut ubicado en la plaza de España de Palma, dejando los ordenadores en negro de todos los hospitales de Mallorca así como los del servicio de ambulancias urgentes del 061.

Los técnicos informáticos consiguieron restablecer el servicio para el 061 sobre las cinco y media de esta tarde y unas dos horas después, a las siete y media, "todo lo más importante ya se había normalizado. Tan solo queda la red interna de comunicación entre profesionales por reactivar", han asegurado las mismas fuentes.

Pese a que este fallo ha provocado que los profesionales no pudieran consultar las historias clínicas de los pacientes ni las pruebas diagnósticas o medicación prescrita para las personas hospitalizadas o los usuarios que acudían a consultas con el especialista, desde IB-Salut se asegura que "no ha afectado a la asistencia, ninguna persona se ha quedado sin ser atendida. Simplemente ha habido que volver a recurrir al papel".

No obstante, fuentes presenciales han descrito la situación vivida en el hospital comarcal de Manacor como un "considerable caos tanto en las Urgencias como en planta". En el primero de los servicios se tenía que tomar nota a mano del nombre de los pacientes así como de su hora de llegada, han explicado.

El personal sanitario informaba a los usuarios que no estaba claro si iban a poder ser atendidos y les recordaban la existencia de los servicios de urgencia de Atención Primaria como posible opción para los casos de más gravedad. Los comentarios de los usuarios eran de desaliento y malestar y muchos de ellos consideraban que situaciones así son solo propias de países tercermundistas. Todo ello pese a que muchos sanitarios se quedaron en el centro comarcal pese a haber terminado su jornada para intentar paliar el casos existente.