La opción de cada vez más mallorquines en verano: "En agosto yo me quedo en casa"

Los residentes evitan las zonas más transitadas de la isla durante el verano y buscan los espacios más tranquilos como las calas perdidas, "pero muchos las están publicando en las redes sociales"

Los mallorquines y el verano: "No es que vayamos a morir de éxito, es que ya estamos enterrándonos"

B. Arzayus

Debido a la gran masificación turística, la mayoría de los residentes eligen quedarse en la isla para disfrutar de las calas, la familia, y algunas playas de Mallorca. «Algunas ni siquiera son accesibles ya que se están publicitando muchas playas bonitas y poco transitadas mediante las redes sociales, lo que ha provocado que se conviertan en un objetivo claro de los turistas».

Así lo cuenta Elena González mientras espera el bus en la Plaza de España para ir a la playa con la familia. «La masificación se nota más que los demás años» afirma la mallorquina, que lleva toda su vida viviendo en la isla y nunca había visto tanta gente en la playa. «No sé dónde nos vamos a meter» comentaba entre risas alegando que «es lo que tiene vivir en esta isla donde todo el mundo quiere venir». Asimismo, explica que «hay que aprovechar lo que tiene la isla, sus calas, sus playas y las excursiones, hay que ir a un sitio un día y otro día a otro».  

Elena González

Elena González / BERNARDO ARZAYUS

Por su parte, Pilar Zamora, madre de familia, explica que se quedan en casa y no viajan para estar con sus hijas y la familia . «Hacemos lo típico; ir a la playa, comer en restaurantes, visitar pueblos que aunque seamos de aquí hay sitios que no conocemos». Zamora hace un llamamineto al peligro de las redes sociales y sus aspectos negativos añadiendo que «las redes sociales nos han perjudicado mucho, ya que todo el mundo cuelga fotos bonitas y las publicitan, lo que como consecuencia causa que una cala o playa tan bonita y solitaria se llene de turistas». 

Pilar Zamora

Pilar Zamora / BERNARDO ARZAYUS

«Yo me quedo en casa»

Algunos residentes deciden todo lo contrario, como Guillem Roig Ramis que no va a la playa y se queda en casa. «Estoy yendo muy poco comparado con el año pasado» determina. El hecho de que trabaje en la hostelería «como muchos de los malllorquines, hace que irse de vacaciones sea más complicado». Roig cuenta que planifica los viajes con antelación para hacerlos a finales de septiembre o a principios, afirma «que son las mejores fechas». 

Guillem Roig

Guillem Roig / BERNARDO ARZAYUS

Otra mallorquina que imita la misma conducta que Roig es Gemma Blanch, residente en Santa María. Blanch cuenta que durante el verano «se esconde en casa». Sigue yendo a la playa pero al fin y al cabo «es una excepción porque ella está jubilada y puede ir, pero la gran mayoría de los mallorquines trabajan en estas fechas». «A mi me agobia que haya tanto turista, yo bajo solo de vez en cuando». «No es que vayamos a morir de éxito, es que ya nos estamos enterrando; se han perdido todos los comercios tradicionales, todo son industrias, todo son souvenirs, el Parc de la Mar está lleno de tenderetes». 

Gemma Blanch

Gemma Blanch / BERNARDO ARZAYUS

Otros, buscan irse a un hotel con spa para huir de las masificaciones de las playas y deciden no salir de las instalaciones como hacen Rafael González y Cristina Maldonado. Afriman que «esto es tradición para ellos, ya que intentan ir cada año a desconectar y buscar la tranquilidad que ofrece el hotel y sus instalaciones». González dice «como en casa de uno en ningún lado» mostrando que prefieren la tranquilidad de sus casas o un hotel a las playas llenas de tursitas. 

Trabajar en temporada alta

Pablo González, un residente de la isla que trabaja en los puestos tradicionales de la Plaza Mayor afirma que «muchos mallorquines solemos aprovechar la temporada turística para trabajar, pero preferimos las calas que las playas de arena». Esto se debe a que «al estar tan escondidas, sin tantos hoteles es algo más nuestro y son más bonitas». En cuanto a la idea que tiene la mayoría de la masificación de las playas él cree «que aún hay lugares en los que no haya masificación, pero al fin y al cabo todo el mundo quiere ver las mejores playas; creo que lo más importante es que haya un respeto y un cuidado de los ambientes, si se mantiene así no pasa nada».

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