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Marga Prohens: «Heredo unas islas con caos en las urgencias y una saturación turística que sufren los residentes»

«He llegado hasta aquí gracias a mi trabajo, sin padrinos políticos y con muchos obstáculos»

«La izquierda no está preocupada por el acuerdo con Vox, es una escenificación porque creen que tendrá rédito electoral»

Marga Prohens, sobre la eliminación de la conselleria de Igualdad: "Lo que hacemos es dar más fuerza al IB-Dona y centralizamos todas las políticas de protección a las víctimas"

E. Calvo

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Marga Prohens Rigo (Campos, 1982) asume la presidencia del Govern tras ocho años de Pacto. Confiesa que aún no se ha acostumbrado al cargo y que, cuando está sola, el despacho presidencial abruma. Defiende personalmente el acuerdo con Vox y atribuye al «nerviosismo» de la izquierda todas las críticas recibidas: «Solo pido que me juzguen por lo que hago».

¿Qué sintió el primer día que entró en el Consolat?

Mucha emoción. Aún se me pone la piel de gallina. He llegado hasta aquí gracias a mi trabajo y mi esfuerzo, sin padrinos políticos y con muchos obstáculos. Cuando dije que ganaríamos las elecciones o que gobernaría en solitario porque era mi línea roja, noté el desprecio y las burla por parte de la izquierda. He escuchado de todo sobre mi persona, así que llego con mucha humildad porque estas ganas inmensas de cambio vienen acompañadas de mucha responsabilidad. Asumo el peso de la historia, porque muy pocas personas tienen el honor de representar a los ciudadanos desde la presidencia del Govern. No puedes decepcionar. Mi familia nunca pensó que vendrían a verme al Consolat.

Después de ocho años de Govern de izquierdas, ganó las elecciones y sacó más escaños que toda la izquierda.

Porque no había solidez. Era un Govern de propaganda y anuncios vacíos que no se materializaban. Una izquierda woke muy desconectada de los problemas de la calle. Cuando en la campaña hablábamos de listas de espera, de que la clase media no podía más y estaba ahogada por los impuestos o de que los autónomos y familias no llegaban a fin de mes pese a trabajar cada día, no veían ninguna empatía por parte del Govern. Tampoco para hacer frente a la subida masiva de precios. La administración se había convertido en un problema, con muchos trámites y burocracias. Confundieron regular con prohibir, proteger con hacerlo todo incompatible. Se instalaron en el no a todo. Hicieron de la prohibición su bandera para tapar su nula capacidad de gestión. Por mucho dinero que destinaran a marketing y propaganda, la calle se dio cuenta. Estoy muy contenta de ser la presidenta de todos ellos. Sé que no es un cheque en blanco y que estoy a prueba cada día. Seguiré pegada a la calle y me quiero examinar cada día. Ser juzgada por lo que haga, no por lo que dicen que haré. Soy la presidenta de todos, hayan votado lo que hayan votado, pero respetaré y defenderé nuestro programa de gobierno.

El anterior Govern reivindica que les dejan una administración saneada, unas islas con plena ocupación y una economía boyante.

Tenemos que esperar para ver qué nos encontramos en las consellerias. Siempre me he alegrado cuando ha habido buenos datos de ocupación y de la buena marcha de la economía, que han venido vinculados a la recuperación del sector turístico, después de ocho años en los que se les ha cuestionado constantemente. Hemos escuchado durante ocho años discursos sobre la diversificación y cambio de modelo, pero la realidad es que la recuperación económica viene básicamente del turismo. He heredado un caos en las urgencias y en los hospitales, con una tormenta perfecta incentivada por la izquierda desde que dejó de gobernar porque no se renovaron convenios con la sanidad privada, así como problemas de climatización, un caos circulatorio y una saturación turística que está en la calle y sufren los residentes. Incluso se ha incentivado en algunos momentos. Hay que ser justos y explicar que estas son las islas que heredo.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, confiesa que aún no se ha acostumbrado al cargo.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, confiesa que aún no se ha acostumbrado al cargo. / Enrique Calvo

La izquierda asegura que gobierna con el programa de Vox, pero muchas medidas son compartidas.

No creo que la izquierda esté preocupada por el Govern con Vox. Está haciendo una escenificación porque cree que este discurso del miedo e incluso de inventarse cosas que ni tan solo están en el acuerdo de investidura tendrá un rédito electoral. Eso no funcionó el pasado 28M y no funcionará el 23J porque la gente ya no se deja engañar. Si estuvieran preocupados, hubiesen ofrecido una abstención. Además, pactar y llegar a un entendimiento con Vox era lo que había decidido la inmensa mayoría de los ciudadanos. La alternativa era abocar a las islas a una repetición de elecciones hasta que la izquierda volviera a ganar. Porque ellos sí tienen patente de corso para pactar absolutamente con todo el mundo. Dieron incluso todo el Consell en pactos anteriores o facilitaron la presidencia del Parlament para otro partido. Pero cuando lo hace el PP parece que se acaba el mundo. La gente castigó esto y lo volverá a hacer el 23J.

¿Cómo fueron las negociaciones?

Fueron largas y muy intensas. Me hace mucha gracia que digan que el pacto se ha hecho en Madrid. Puedo asegurar que se hizo aquí ya que participé personalmente. Siempre con mucha discreción y rigurosidad, bajo una premisa básica compartida con Vox: el respeto a los votantes del otro partido. Respeto profundamente a los 60.000 ciudadanos que les votaron. Son la tercer fuerza política de las islas. Nuestros votantes también han sido respetados. Hicimos una lectura correcta del resultado del 28M y los datos legitimaban al PP para formar un Govern en solitario. Tengo la potestad para cesar y nombrar a consellers, algo que Francina Armengol y Pedro Sánchez no han tenido. El acuerdo de investidura se ha hecho poniendo por delante los intereses de los ciudadanos de Balears. Evidentemente con renuncias, pero partiendo de los puntos en común de ambos programas de gobierno. Nada de lo que firmamos con Vox contradice nuestro programa electoral y viceversa. Además de los 110 puntos acordados yo tengo un programa de más de 500 propuestas que también pondré en marcha.

La portavoz de Vox, Idoia Ribas, afirmó que siguen teniendo la llave de la gobernabilidad al no tener ustedes mayoría absoluta. ¿Les preocupa que pidan más cosas o endurezcan el tono?

 No tengo ninguna preocupación porque el acuerdo dice lo que dice y confío en la palabra y compromiso de Vox. Cumpliré el acuerdo. Somos dos partidos políticos diferentes, con discrepancias evidentes. No pensamos igual en muchas cosas. Evidentemente habrá diferencias durante la legislatura porque no estaremos a favor de lo mismo, pero no temo la discrepancia, ni dentro ni fuera del Parlament. Espero una sociedad con espíritu crítico, rigurosa y libre porque la libertad es mi bandera.

El GOB asegura que su pacto supondrá «más turismo, más construcción, más infraestructuras y previsiblemente privatizaciones de servicios públicos esenciales». La OCB considera que es una «declaración de guerra» contra la lengua catalana.

No quiero una sociedad civil callada ni permitiré que un conseller salga a reñir, en público o privado, a quienes se han atrevido a levantar la voz contra el Govern. En estos últimos años se ha hecho un flaco favor a la democracia con algunas actitudes. Recibo sus críticas desde la normalidad y el respeto que merecen todas las organizaciones de estas islas, pero tengo que pedir rigurosidad porque se hicieron incluso antes de que yo tomará posesión del cargo de presidenta o de saber qué políticas haremos y cómo las ejecutaremos, sin conocer el talante del equipo de gobierno. La credibilidad va ligada a la rigurosidad, y creo que son poco creíbles algunas críticas porque responden a otros intereses y a una nueva campaña electoral. Ellos sabrán a quién se deben y para quién responden. Intentar venderme, después de mi trayectoria, como una enemiga de la lengua, la igualdad o los derechos LGTBI es poco creíble. Solo les pido que nos juzguen al final de la legislatura.

¿Por qué decidió suprimir la conselleria de Igualdad?

La conselleria de Igualdad no existía hasta la última legislatura del Govern del Pacto. En la primera no tuvieron esta conselleria y no vi tanto revuelo creado por ciertos sectores. He demostrado durante toda mi carrera política mi compromiso con las políticas de igualdad. Va mucho más allá de una cuestión meramente semántica. Hemos tenido una conselleria de Igualdad y nunca ha habido tantos retrocesos en la protección de los derechos de las mujeres y las víctimas. Mercedes Garrido ha defendido la ley del solo si es si cuando ya se conocían los efectos perversos de la ley más machista que ha habido nunca en nuestro tiempo. Seguiré desarrollando políticas de igualdad. Dependerán de la conselleria de Familias y Asuntos sociales. Lo que hacemos es dar más fuerza al IB-Dona y centralizamos todas las políticas de protección a las víctimas de violencia machista. Todo lo demás es ruido interesado para intentar desacreditar a mi Govern, pero tendrán que intentarlo por otro lugar porque por aquí no les irá bien.

Desparece también la conselleria de Medio Ambiente, aunque defiende que las competencias se mantienen repartidas en otros departamentos.

Esta crítica no la entiendo. Hemos pasado de tener una conselleria de Medio Ambiente a tener la política medioambiental en tres consellerias de manera transversal. Tendremos más consellers y directores generales que nunca trabajando por la sostenibilidad y la protección, además del equilibrio con la actividad humana y económica. Por primera vez tenemos una conselleria del Ciclo del Agua porque he querido que esta problemática se eleve a nivel de conselleria. Nada ha hecho tanto daño al medio ambiente en los últimos años como el problema del agua, como ha sucedido con los vertidos al mar. Habrá una conselleria de Medio Natural porque proteger un espacio no consiste en ir, poner un cartel y olvidarse. Hay un gran nivel de abandono en algunas fincas públicas. La Serra de Tramuntana lleva ocho años sin gestión forestal. Se hicieron la foto con la tormenta Juliette, y a las puertas de la temporada de incendios el abandono y la peligrosidad rozan la negligencia. Todo ello con una conselleria de Medio Ambiente. También tendremos una conselleria de Energía con una dirección general de Cambio Climático.

Entiendo que no niega que exista el cambio climático.

Claro que no. Es un reto importante, pero la solución no es hacer eslóganes o camisetas con frases que quedan bien. Hay que tomar medidas y agilizar trámites. No puede ser que haya proyectos de energías renovables parados por culpa de la administración. No puede ser que el hidrógeno verde quedase en propaganda. La ciudadanía ha castigado el falso ecologismo de despacho y pancarta. La protección del medio ambiente está muy ligada a los liberales y a la economía liberal en la Unión Europea. Este será nuestra hoja de ruta porque está liderando estos movimientos en Europa.

El acuerdo no habla directamente de violencia machista o violencia de género, solo de violencia contra las mujeres e intrafamiliar. ¿Esto no es un retroceso?

El Convenio de Estambul habla de violencia contra las mujeres. Es el término establecido en la Unión Europea y que se utiliza el 25 de noviembre cuando se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Cuando se hacen declaraciones institucionales en el Congreso se utiliza este término. Podemos perder el tiempo en cuestiones semánticas, pero creo que se trata de una creación de la izquierda para intentar hacer ruido y vender un discurso del miedo. Mi compromiso con la violencia contra las mujeres es inamovible, pero esto no significa renunciar a otros tipos de violencia. He podido ver estos años cómo la violencia filioparental, de hijos a padres, es un reto que tenemos delante y sigue siendo tabú. O contra los menores, que en Balears hemos sido noticia por casos de explotación sexual. ¿Tengo que renunciar a luchar contra los diferentes tipos de violencia en el ámbito de la familia por miedo a la izquierda? Es todo una escenificación y en el Parlament se votó por unanimidad una PNL para luchar contra la violencia intrafamiliar. Pero no aceptan los resultados electorales y tienen otra campaña. Considero que es muy irresponsable y hace un flaco favor a las víctimas.

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