El Govern augura restricciones de agua este verano en Mallorca

Algunas localidades de costa, que nunca han tenido problemas de suministro, podrían tenerlos estos próximos meses - Las reservas hídricas se mantienen al 62 %, casi un 7 % más que el año pasado

Visita de Mir al centro de control de distribución del agua

Visita de Mir al centro de control de distribución del agua / J.F.M.

El Govern teme que este verano alguna localidad de Mallorca, incluso las que están en zona costera, pueda verse obligada a tomar la decisión de limitar el consumo de agua. Así lo anunció ayer el conseller Miquel Mir, que visitó el centro de control telemático del agua, ubicado en Son Pacs, para interesarse de la situación de la red de distribución de la isla.

El conseller reconoció que se trata más bien de un pronóstico que de una afirmación, porque no se sabe cuánto lloverá este verano en la isla, ni en qué intensidad. Sin embargo, recordó que la isla, al igual que el resto del archipiélago, se encuentra en una situación complicada de emergencia climática

 Las reservas hídricas de las islas al concluir abril estaban al 62% de la capacidad de los acuíferos, lo que supone un 6,9% más que en las mismas fechas de 2022, cuando se situaban en el 58%.

Respecto a marzo, el volumen de agua en reserva se mantiene estable, según destacó ayer en un comunicado la Conselleria de Medio Ambiente.

Teniendo en cuenta las experiencias de veranos anteriores, donde en algún pueblo se tuvo que limitar el consumo entre los ciudadanos, Mir teme que este año esta situación se volverá a repetir. Y, además, estas medidas restrictivas se tendrán que aplicar en pueblos donde nunca han sufrido estos problemas de agua, incluidas algunas localidades costeras que se verán afectadas por la llegada de los turistas, que se convierten en grandes consumidores. Estas restricciones las deciden los ayuntamientos, ya que el Govern no tiene competencias al respecto. 

A pesar de estos pronósticos negativos, el Govern presume de la gestión hídrica que se ha realizado en los últimos años. Gracias a las medidas que se han adoptado, según detalló Mir, se ha conseguido que las fugas de agua por la red apenas alcanzan un 1,5%, una cifra que calificó de «espectacular», teniendo en cuenta que durante años se perdía un caudal mucho más elevado.

Escenario de sequía de las Unidades de demanda.

Escenario de sequía de las Unidades de demanda. / Fuente: CAIB

El conseller de Medio Ambiente abogó por mantener un control telemático de toda la red de suministro, que en estos momentos en Mallorca cuenta con 175 kilómetros de tuberías, que abastecen a un total de 14 municipios. Está previsto que en breve otros dos pueblos, como son Ariany y Petra, se incorporen a esta red, lo que permitirá a estas dos localidades disfrutar del agua que se obtiene de las tres desaladoras que hay en Mallorca, que dan suministro al resto de los otros 14 localidades. Esta red se distribuye mediante un sistema informático que se centraliza en Son Pacs. Desde este centro se controla la capacidad de almacenaje y consumo que desarrolla cada localidad, aumentando el caudal del depósito si es necesario.

Miquel Mir también señaló que en estos momentos las aguas subterráneas de Mallorca alcanzan una capacidad del 62%. Se trata de una cifra muy positiva, que supera en más de cuatro puntos la capacidad del año pasado. Este aumento del caudal subterráneo se debe a las consecuencias positivas que ha supuesto la llegada de la tormenta Juliette. Tanto el agua de lluvia que descargó la tormenta, como la nieve que se ha ido poco a poco derritiendo han permitido aumentar la capacidad de estas fuentes subterráneas.

Ya a principios de este año, según detalló Mir, el Govern reunió a todos los responsables de los municipios para planificar los recursos hídricos de este verano. A esta reunión se incorporaron los pueblos que no están conectados a esta red mayoritaria. 

Desde la conselleria de Medi Ambient se recordó a estos responsables locales que nos encontramos en una situación de prealerta como consecuencia de la falta de lluvia, lo que obliga a los ayuntamientos a realizar una planificación de los recursos hídricos, para lograr una mejor distribución del agua. 

En comparación con el año pasado, las reservas han descendido en un punto en Mallorca (del 64% al 63%), Menorca (del 59% al 58%) y en Eivissa (del 51% al 50%), mientras que en Formentera casi se han duplicado (del 34% al 62%).

El conseller insistió en que la decisión de limitar el consumo depende directamente de los ayuntamientos, si bien el Govern ofrece un asesoramiento para obtener una mejor planificación de estos recursos.

El Govern no puede renunciar a las desaladoras

La mayor parte del caudal que se consume en estos momentos en Mallorca procede de las tres desaladoras que están repartidas por Mallorca. La red también se abastece de la fuente de sa Costera, en Sóller y de los pozos de extracción de los acuíferos de s’Estremera y de sa Marineta, en Llubí.

Debido al alto consumo, el conseller Mir asegura que el Govern no puede renunciar en estos momentos al uso de las desaladoras, porque son imprescindibles para asegurar que se puede disfrutar el agua. Con estas instalaciones se evita también la explotación excesiva de los acuíferos.