BOULEVARD

Boulevard | Carmen Riu le lee la cartilla elevable a Marga Prohens

El muro de la vergüenza de medio kilómetro de longitud levantado en la autopista de Andratx a la salida de Portals, debe extenderse a las restantes carreteras de Mallorca, que soportan el mismo ruido

Puertas de los servicios de hombres y mujeres en el departamento de Urbanismo del ayuntamiento de Sóller.

Puertas de los servicios de hombres y mujeres en el departamento de Urbanismo del ayuntamiento de Sóller. / Ingimage

Matías Vallés

Matías Vallés

Quédense con sus Escarrer y Fluxá, cuando quiero escuchar un discurso hotelero hilvanado, conecto con la frecuencia de Carmen Riu. La consejera delegada de su apellido le leyó el viernes la cartilla elevable a Marga Prohens, que cuenta sus intervenciones por disparates. La empresaria se permitió el fino sarcasmo de replicar con la misma fórmula desdeñosa utilizada por la favorita a presidir Balears, así de barato está el cargo. Al clasista y casposo «las camas elevables son la mayor tontería en política turística», se opone simétrico «las camas elevables son lo mejor que se ha hecho en el sector». Un mazazo.

Prohens está aprendiendo a ser candidata por inmersión. Tiene mérito que en una misma semana haya logrado enfurecer a los muy templados Borja Sémper y Carmen Riu, en el Consolat dejará pequeños a José Ramón Bauzá y a su padrino José María Rodríguez. El PP sale favorito en las encuestas pero, si se enfrenta a las kellys, a los trabajadores de hostelería en general y a los empresarios turísticos en concreto, está comprimiendo dramáticamente su semillero de votos.

Las camas elevables son una cortina de humo, que no debe ocultar el cambio fundamental en la orientación del empresariado mallorquín, protector hoy del Govern castrista como antaño del PP. Hasta el punto de que los hoteleros han pagado miles de votos al Pacto de Progreso, en los sueldos subidos a sus trabajadores. Es un giro copernicano, aparte de que la derecha no repartía el dinero recibido. Y en efecto, con PSOE y sucedáneos presumiendo de sus primos empresarios y los populares llorando la defección de la patronal, los votantes de izquierdas no le interesan a nadie. Quién querría ser apoyado por gente así.

Cada vez que recorro el muro de la vergüenza de medio kilómetro de longitud levantado con premeditación y alevosía en la autopista de Andratx a la salida de Portals, me consuela saber que el 28M podremos votar contra los autores de un paredón que avergonzaría a Donald Trump. Lo han recubierto de grafitis en lugar de vegetación, y debe extenderse con urgencia a las restantes carreteras de Mallorca, pues todas soportan el mismo ruido. El que quiera paisaje que se lo compre, el nuevo lema ultraizquierdista porque tras esa basura metálica asoman las grúas de ordenanza.

El rector Jaume Carot no apuntó en los cuadros desaparecidos de la UIB a un hombre, sino a una mujer. El escándalo tiene padrinos más peligrosos que Prohens, recuerden que se trata de la misma Universitat que invirtió fondos públicos en una agencia de valores fraudulenta.

Para los olfateadores de políticos en posición comprometida, entre los seguidores en Twitter del apostador detenido Juan Gayá figuran Núria Riera, Marga Duran y José Hila. El mundo es un pañuelo, pero la hipocresía socialista al propinar la proverbial patada a su psiquiatra favorito alcanza niveles tóxicos. «El candidato renuncia a las listas», propone la beatería roja. Sin salir del verbo, «El PSOE renuncia a Oriol Lafau» es más exacto, y otra lección para quienes piensan que en política hay amores desinteresados.

En plena Semana Santa, por fuerza ha de fascinarnos la reconversión del catolicismo al Islam. Vacunado de fanatismos, Sebastià Taltavull desoyó el pregón pascual de Catalina Cirer para acudir a una celebración del Ramadán, una opción disculpable. El obispo disimuló su voluminosa cruz pectoral bajo la camisa, para no herir susceptibilidades. Le alabamos al prelado la adopción enérgica de una nueva devoción, pero no tenemos edad para cambiar de fe verdadera. (¿Ha levantado el trasero de su pupitre en algún momento, o todo va hoy de paisajismo?)

Nuestros desplazamientos por Mallorca, para alternar con las clases medias o incluso trabajadoras, nos han conducido al ayuntamiento de Sóller. En la foto que hoy nos ilustra, correspondiente a la tercera planta del consistorio consagrada al Urbanismo, nos topamos con las puertas de los servicios de hombres y mujeres. Aquí nos correspondería una incursión en la señalética o peor, un sermoncillo edificante, pero el fin de semana nos pilla un poco fatigados.

Reflexión dominical sencellera: «Si te has de entregar a un corrupto, procura al menos que sea un corrupto ganador».

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