El Consulado de Ecuador en Palma es condenado a indemnizar con 56.700€ a una asesora

La batalla judicial se inició en 2018 con tras un motín interno con acusaciones de «amenazas» contra el excónsul Escobar

Jenny Gutiérrez ha obtenido una sentencia a su favor en un Juzgado de Palma.

Jenny Gutiérrez ha obtenido una sentencia a su favor en un Juzgado de Palma. / JEG

Redacción

El Consulado de Ecuador en Palma ha sido condenado a indemnizar con 56.700 euros, más intereses, a la que durante años fue su asesora laboral y financiera, Jenny Gutiérrez, al considerar la jueza que la rescisión de su contrato en 2018 no estuvo justificada. Esta decisión se produce después de una fuerte polémica en el seno de este departamento en aquellas fechas, con acusaciones de «amenazas e intimidación» por parte de algunos componentes de su plantilla contra el que en ese momento ocupaba la representación consular, Andrei Vladimir Escobar, que al poco tiempo optó por abandonar el cargo alegando «motivos personales».

Tanto Jenny Gutiérrez como su abogado, Mateo Cañellas, han destacado el valor que esta sentencia tiene, aunque puede ser recurrida, dado que se produce después de que el Consulado de Ecuador interpusiera contra ella una querella por una presunta estafa, que fue desestimada por los Tribunales, algo que ambos interpretan como un intento fallido de que se amilanara y cesara en su lucha ante los Tribunales.

El conflicto se generó en 2018, cuando en junio de ese año Escobar se puso al frente del Consulado y abrió un proceso de ajuste de la plantilla para reducir gastos, en un momento de crisis económica en ese país.

Motín interno

Sin embargo, la forma de actuar del nuevo titular de ese departamento generó un motín en el seno de su plantilla, con denuncias por acoso laboral por parte de algunos trabajadores, que además recibieron el apoyo de las asociaciones que representan a los ciudadanos de esa nacionalidad en Balears, y con la intervención del sindicato UGT, que remitió una protesta al ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano.

La polémica generada, de la que Diario de Mallorca informó en primicia el 15 de septiembre de 2018, provocó la intervención del entonces embajador de ese país en Madrid, Cristóbal Roldán, que viajó a Palma el día 18, y el 26 de septiembre, cuando no habían transcurrido ni dos semanas desde que el conflicto se dio a conocer, Escobar abandono el cargo de cónsul alegando «motivos personales».

Hay que tener en cuenta que los responsables de la Asociación Cultural Ecuatoriana Iberoamericana de Balears y de la Asociación de Ecuatorianos Residentes en Balears se posicionaron igualmente en contra de la actuación que estaba manteniendo Andrei Vladimir Escobar, al acusarle de estar deteriorando el servicio que se prestaba a los ciudadanos de esa nacionalidad en las islas.

Lucha en los Tribunales

Durante ese conflicto, el Consulado optó por rescindir el contrato que le vinculaba a Jenny Gutiérrez, negándose a abonar la indemnización que se había acordado en el caso de que fuera anulado antes de concluir su vigencia, alegando que era fraudulento.

Tras presentar esta asesora su reclamación ante los Tribunales, en citado departamento optó por presentar una querella penal contra ella acusándola de estafa, lo que paralizó la tramitación de la demanda anterior. Sin embargo, esta querella fue desestimada tanto por un juzgado como posteriormente por la Audiencia Provincial.

Jenny Gutiérrez admite que ese fue uno de los momentos más duros de todo este proceso, al verse acusada de un presunto fraude. Según sus propias palabras, «se me vino el mundo encima».

También su abogado señala la dificultad que esa decisión del Consulado supuso para las reivindicaciones de su clienta, dado que la querella penal paralizó la tramitación de su demanda, lo que explica que la sentencia haya tardado cinco años en llegar.

Mateo Cañellas destaca que durante el juicio ha quedado acreditado que el contrato de su clienta había recibido el visto del ministerio de Relaciones Exteriores de su país, y que además la persona que pasó a hacer su trabajo cobraba lo mismo que ella.

Rehacer su vida

La que fuera asesora del Consulado reconoce que una vez que se le rescindió el contrato, no le costó demasiado encontrar un nuevo empleo gracias a su preparación, y destaca muy especialmente que la sentencia, aunque pueda ser recurrida, permite que su prestigio se vea restituido.

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