En menos de tres meses desde su llegada al cargo, el cónsul ecuatoriano en Palma, Andrei Vladimir Escobar, se ha visto inmerso en una revuelta en el seno de su oficina, con denuncias por acoso laboral por parte de varios trabajadores y críticas vertidas desde algunas de las asociaciones que representan a los residentes de esa nacionalidad en las islas. El malestar existente contra él ha quedado reflejado en las cartas que los afectados han remitido al ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, con duras acusaciones, que son negadas tajantemente por el nuevo representante consular, que achaca las tensiones existentes a un "doloroso" ajuste de plantilla impuesto por la crisis económica de su país.

La llegada al Consulado de Andrei Vladimir Escobar se produjo a finales del pasado mes de junio. En ese plazo,uno de sus trabajadores, José Abel Rendón, ha sufrido una baja médica por ansiedad, de la que responsabiliza al cónsul, al que acusa de intimidarle para que acepte una reducción de su salario del 50%, de agresiones verbales y de obligarle a realizar horas extras sin compensación. La persona contratada como asesora laboral y financiera, Jenny Elizabeth Gutiérrez, se suma a las acusaciones de "amenazas e intimidación" para conseguir que acepte también un recorte en sus retribuciones. Y un tercero, Orlando Daniel Torres, que fue despedido en junio pero sigue sin cobrar la correspondiente liquidación, según exponen los tres en un documento remitido al ministerio de Relaciones Exteriores de su país. Todas estas situaciones han sido puestas en manos de abogados por parte de los tres denunciantes.

A estas acusaciones se ha sumado el sindicato UGT en defensa de José Abel Rendón, con una carta a la jefa del Despacho del ministro de Relaciones Exteriores, María Verónica Peña, en la que nuevamente se acusa al cónsul de acoso laboral.

Representantes de la colonia

A ello se añaden las críticas lanzadas contra el nuevo cónsul ecuatoriano por parte de dos presidentes de asociaciones de residentes de ese país en las islas: la máxima responsable de la Asociación Cultural Ecuatoriana Iberoamericana de Balears (ACEIB) y presidenta también de la Federación de Asociaciones de Iberoamérica, Isabel Oviedo; y su homólogo en la Asociación de Ecuatorianos Residentes en Baleares (ADERB), Darío Atacusí. Ambos reprochan a Escobar que en su opinión esté actuando de espaldas a los representantes del colectivo ecuatoriano y de haber deteriorado el servicio que se presta desde la citada oficina consular, con un aumento de las quejas que a ellos les llegan por parte de sus asociados.

Este último reproche tiene una especial relevancia si se tiene en cuenta la importancia de la colonia ecuatoriana en el archipiélago, compuesta por 5.258 residentes según los datos del padrón facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero que el propio cónsul eleva hasta los 18.000 debido al importante número de sus compatriotas que han obtenido la doble nacionalidad española. Solo hay otros dos colectivos iberoamericanos más numerosos en las estadísticas del INE: el colombiano, con 7.461 empadronados, y el argentino, con 6.867.