Dos campos de golf de Mallorca recurren las multas del Govern por regar con agua subterránea

«No estamos de acuerdo con la sanción ni con lo que se describe en el expediente, por eso hemos puesto un contencioso», señalan desde el golf de Camp de Mar, que podrá usar a partir de ahora para el riego de los ‘greens’ parte del caudal de la desaladora de Andratx gracias a una resolución del Ejecutivo

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M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

Dos campos de golf de Mallorca, el de Camp de Mar en Andratx y el de Son Gual en Palma, han interpuesto un recurso contencioso administrativo contra el Govern por dos sanciones que se les impuso en la pasada legislatura donde se les acusaba de regar con agua subterránea. 

Este diario se ha puesto en contacto con ambos golfs para conocer su versión de los hechos. La dirección de Camp de Mar explicó que la decisión de presentar el recurso se debe «a que no estamos de acuerdo con la sanción ni con lo que se describe en el expediente de la multa. Por eso hemos presentado nuestras alegaciones. Además el plazo está totalmente cerrado, por lo que el caso debería estar archivado». 

Desde Son Gual se abstuvieron a hacer declaraciones «hasta que salga la resolución del juzgado».

Además de estos dos campos de golf, el Govern confirmó a este periódico que hay un tercero que tampoco ha pagado la multa impuesta en la pasada legislatura. Se trata del de Vall d’Hort (Felanitx), que tampoco abonó finalmente la sanción, tal y como ratifica a este medio la dirección del propio campo. «Se archivó porque resolvimos fuera de plazo», señalaron desde la conselleria de Medio Ambiente, que también informó de que los dos golfs anteriormente citados -no el de Vall d’Hort- han interpuesto un contencioso después de que el Ejecutivo desestimara todos los recursos interpuestos anteriormente por ambas empresas. «Es un tema que está ahora mismo en los juzgados y lo lleva la Abogacía de la Comunidad. Por nuestra parte, decir que obviamente respetamos que hayan ido al Contencioso», señalaron desde el departamento responsabilidad de Miquel Mir.

Expedientes que suman casi un millón de euros

Los expedientes de sanción mencionados, que suman 959.341 euros, provienen de la dirección general de Recursos Hídricos. Se incoaron en el marco de la campaña de control de uso del agua de los grandes consumidores que la conselleria impulsó hacia 2015 y en la que agentes de Medio Ambiente realizaron varias actuaciones de inspección y control para detectar usos fraudulentos de consumo de agua, junto con los especialistas de la dirección general de Recursos Hídricos y con el apoyo del Laboratorio del Agua.

La primera sanción, de 250.000 euros, se impuso al golf de Camp de Mar, en Andratx, «después de localizar un sondeo ilegal de 180 metros para la extracción de aguas subterráneas, con una capacidad de extracción de 720 m3/día, que se destinaba exclusivamente al riego del campo de gol», explicó el Govern cuando hizo públicas las multas. «También se detectó el suministro ilegal de agua subterránea destinada a consumo humano, con un caudal de 173 m3/día, que igualmente se utilizaba para regar este campo».

Inicialmente el Govern sancionó al complejo deportivo por la construcción de un pozo ilegal y por regar con agua subterránea. El primer concepto fue archivado después de que la actual propiedad, que gestiona el golf desde el 1 de enero de 2015, acreditara que el pozo fue construido con anterioridad.

En cambio, fue más problemático defenderse de la acusación de regar el césped con agua de acuífero. «Adquirimos el campo de golf tras un proceso concursal y con la obligación de mantener todos los contratos existentes anteriores al concurso. Uno de ellos era con Aguas de Son Cabot, una empresa que nos suministraba agua de un pozo de regadío», valoró en su día el abogado del golf, Germán Pérez.

Tras este expediente, se incoaron otros dos cuyas sanciones superaban los 700.000 euros. 

Por una parte, se notificó a Vall d’Or Golf la resolución de un expediente sancionador por el que se le imponían 177.281 euros de multa, «después de haber constatado la comisión de tres infracciones en materia de dominio público hidráulico: la realización de un sondeo ilegal; la extracción ilegal de agua de dos sondeos, y la utilización del agua subterránea extraída para regar el campo de golf, lo que supone el incumplimiento de la normativa vigente, que fija que los campos de golf sólo se pueden regar con aguas procedentes de depuradoras o desalinizadoras».

En este caso concreto, según la conselleria, se constató la presencia de un «sondeo ilegal» y otro legal que se habían perforado y de los que se extraía agua subterránea «sin autorización», que se mezclaba con agua de la depuradora de Portocolom, sobre la que el campo de golf tiene una concesión de 150.000 metros cúbicos anuales.

Así, los hechos que se le imputan por parte del Govern al campo de golf situado en s’Horta consiste en dos infracciones: la perforación del sondeo legal por la que se impone una sanción de 21.374 euros, y la de regar el campo con agua subterránea, lo que implica una multa de 155.907. Además, se obligó al infractor, según señaló el Ejecutivo, a restaurar el medio sellando los dos sondeos y a presentar el proyecto para hacerlo a la dirección general de Recursos Hídricos.

En el marco del expediente sancionador, se pidió a los propietarios del campo de golf que instalaran contadores volumétricos, requerimiento que cumplieron. 

Hay que recordar que finalmente todo este expediente quedó archivado y el golf no tuvo que pagar la multa.

Por otra parte, se comunicó la propuesta de resolución del expediente sancionador al campo de golf de Son Gual, en Palma, por un valor de 532.060 euros «por haber incumplido la concesión por reordenación de captaciones y por haber realizado, sin autorización administrativa, tres sondeos, con extracción de agua en dos». En este caso, dijo la conselleria, los agentes de medio ambiente constataron la existencia de tres sondeos, «sin autorización», dos de los cuales mecanizados y sin caudalímetro ni tubo piezométrico. En total, el campo de golf cuenta con nueve sondeos, seis de los cuales tienen una autorización de reordenación de captaciones para usos domésticos y regadío.

Por la gravedad de los hechos, en el momento en que se inició el expediente sancionador, se dictaron medidas cautelares como la instalación de contadores en todos los sondeos autorizados, así como el precinto de estos; la retirada de los mecanismos de extracción de agua y el sellado de los sondeos ilegales y la instalación de un contador volumétrico en la entrada de agua depurada. 

Además, se pidió a la propiedad del golf Son Gual que ejecutara estas medidas con la presencia de los agentes de Medio Ambiente. La conselleria destacó que ante la falta de respuesta se tramitó un segundo requerimiento, «y cuando los agentes hicieron una inspección para realizar estas actuaciones de forma subsidiaria comprobaron que en uno de los sondeos ya se había extraído la bomba y el tubo y en otro, que continuaba mecanizado, se había retirado la conexión en una cañería grande pero mantenía conectada una cañería pequeña que abastece los baños de la casa club».

Según la conselleria, la actuación de la entidad expedientada provocó que los agentes de Medio Ambiente no pudieran levantar acta ni constatar la potencia de la bomba extraída del sondeo, ni tampoco calibrar el caudal de agua del segundo sondeo que iba a la cañería grande.

Además, de los tres «aprovechamientos de agua ilegales» constatados por la conselleria, el golf presentó la documentación para legalizar dos de estos. «Por todo ello», sostiene el Govern, «los hechos que se imputan a esta entidad constituyen una infracción administrativa en materia de dominio público hidráulico. La ejecución de los tres sondeos ilegales y la instalación de mecanismos de extracción de agua en dos de estos se califica como muy grave, y el incumplimiento de la resolución para la reordenación de captaciones, como grave», matizaron. 

Las «perforaciones ilegales» y la instalación de mecanismos para la extracción de agua de dos de estas se considera especialmente grave, dado que la masa de la que se extrae el agua se califica en el Plan Hidrológico como un deterioro estructural y el único uso autorizable es el doméstico y por una cantidad de 400 metros cúbicos/año. «Por lo tanto, es un tipo de masa de agua de autorizaciones muy restringidas y para abastecer necesidades de primer orden, hecho por el que se cuantifica la sanción en 502.000 euros», subrayó Medio Ambiente.

Se califica como infracción grave el incumplimiento de la resolución de la reordenación de captaciones, «que la propiedad del campo de golf no finalizó nunca», según manifestó la conselleria en 2018, cuando hizo pública la multa. «Dado que la parte expedientada ha reconocido su responsabilidad y ha manifestado la voluntad de renunciar a la interposición de un recurso administrativo y de realizar el pago voluntario, la sanción propuesta es de 30.060 euros», añadió en su momento.

Con respecto a la obligación de restituir el dominio público hidráulico, «tienen que sellar los sondeos con la autorización previa de la dirección general de Recursos Hídricos y en presencia de los agentes de Medio Ambiente para levantar acta de la restitución».

En el marco de la campaña de control del uso del agua de los grandes consumidores llevada a cabo en la pasada legislatura, otros cuatro campos de golf fueron investigados.

Agua desalada

Por otra parte, tal y como adelantó este rotativo, la conselleria de Medio Ambiente acaba de emitir una resolución mediante la cual autoriza el aprovechamiento de parte del caudal de la desaladora del municipio de Andratx para regar los greens del campo de golf ubicado en Camp de Mar, uno de los que ha interpuesto un contencioso al Govern para revocar la multa.

De esta forma, la instalación deportiva podrá recibir unos 50.475 metros cúbicos anuales de agua desalada generada en la infraestructura ubicada en Andratx para el «riego complementario» del campo. La resolución está firmada por la dirección general de Recursos Hídricos.

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