El aval del Govern para comprar viviendas solo llegará a 500 familias

El temor de los presidentes de la asociación de promotores y del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, Luis Martín y Natalia Bueno respectivamente, es que el impacto que esta medida va a tener pueda ser muy limitado. Hay que recordar que esos avales, que permitirán que el banco preste el 100% del valor del inmueble, solo se concederán cuando éste no supere los 270.151 euros, sin incluir impuestos y gastos. Si se sitúa el valor medio de los pisos que se van a ver avalados en los 200.000 euros, las ayudas van a poder llegar a 500 familias. Si se limita a 15 millones (como inicialmente se ha previsto), esa cifra se reduce a menos de 400 beneficiados en el conjunto del archipiélago.

En primer lugar, Martín reconoce que las viviendas de nueva construcción cuyo precio queda por debajo del límite máximo antes señalados son muy pocas, mientras que Natalia Bueno apunta que en la segunda mano pueden suponer uno de cada siete pisos actualmente en el mercado mallorquín, lo que reduce el producto disponible. En este sentido, se recuerda que la vivienda protegida que los promotores privados van a impulsar una vez se les ha permitido subir su valor tardará años en desarrollarse en un volumen significativo.

Pero además, el conseller de Vivienda, Josep Marí, confirmó ayer que aunque el presupuesto para 2023 no está cerrado a la espera de cerrar el acuerdo con los bancos, se moverá entre los 15 y los 20 millones de euros, de ahí las estimaciones del sector de que en el mejor de los casos beneficiará a ese medio millar de personas durante el próximo ejercicio.

Natalia Bueno expone un temor adicional, y es que se produzca una demanda de avales «a la carrera» durante los primeros meses del próximo año (la medida entrará en vigor el 1 de enero), para agotarse rápidamente, lo que dejaría a muchas familias sin poder acceder a esas ayudas al haberse consumido ya el presupuesto. Además, añade la posibilidad de que se produzca un ‘boom’ en las ventas durante los primeros meses de 2023 en las viviendas con precios inferiores a los 270.000 euros, haciendo que sus propietarios opten por elevar su valor.

El escaso producto disponible con ese precio, y el hecho de que el presupuesto de las ayudas esté limitado, hace que desde el sector inmobiliario se apunte que el impacto que la medida va a tener será reducido.

Además, Natalia Bueno considera excesivo que una persona que gana 68.541 euros anuales se pueda beneficiar de esta ayuda, al considerar que con esos ingresos se dispone de capacidad de ahorro para poner se su bolsillo el 20% del precio del inmueble.

Pese a lo expuesto, desde la asociación inmobiliaria balear (AIB-ABSI) que preside Fernando Valentín, se puso ayer en valor la medida del Govern al considerar que puede favorecer el que los jóvenes accedan a su primera vivienda, dado que hay muchos que tienen unos ingresos que les permite pagar la cuota de una hipoteca, pero que no disponen del 20% del valor de la misma para pagar la entrada, cosa que ahora se solventa con los citados avales. Además, coinciden con Bueno en que en el mercado hay pisos con un precio inferior a los 270.000 euros, aunque esa posibilidad depende de la zona. También se pone en valor que si esos jóvenes dejan su actual vivienda de alquiler para comprar, esa primera oferta se incrementará facilitando que sus precios bajen.

Por otro lado, las entidades financieras que se reunieron con el Govern el pasado lunes están estudiando la medida para decidir próximamente si se adhieren a la misma.