El presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresas de Servicios Turísticos de Mallorca (Acotur), José Tirado, ha rechazado este lunes ante el tribunal del juicio del caso Cursach tratos de favor al empresario Bartolomé Cursach por parte de la entidad que preside.

Tirado, que ha declarado como testigo ante la sección primera de la Audiencia de Palma, ha manifestado que el conocido empresario mallorquín, acusado de pertenencia a organización criminal y prevaricación, era "uno más" para la asociación.

Preguntado por las acusaciones, el presidente de Acotur ha explicado que denunció "a todos los que se pasaban con sus negocios", en referencia a las irregularidades e ilegalidades que se cometían en los establecimientos turísticos, fueran o no asociados.

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"Visto para sentencia", proclama la presidenta del tribunal, Samantha Romeroi. Después de 36 sesiones a lo largo de cinco meses y medio, concluye el juicio del caso Cursach.

Sbert, a los fiscales: "Creo que su disertación final debería emitirse en los programas de derecho. Deberían hablar de este caso en las universidades de la abogacía. Los que están fuera de aquí no saben lo que ha pasado. Seguimos siendo la mafia, seguimos siendo los malos. Pero ustedes han podido comprobar cómo somos", concluye.

"He estado 20 años a las órdenes de Bartolomé Cursach, hemos creado una empresa con 1.800 trabajadores. A él lo han arruinado y a mí también. Aceptamos la disculpa de todo el dolor que nos han hecho". Se dirige al fiscal Herranz para agradecerle sus palabras. "Tenemos que aprender a vivir con esta situación y así lo superaremos, nunca se podrá olvidar. He vivido el terror. Hice poner cámaras en mi casa, porque tenía miedo de que tiraran droga al jardín de mi casa. El terror, el miedo, la pena, la sinrazón, el odio... Todo eso te invade y dejas de ser tú", añade.

"Las lágrimas se han acabado. No creía en la justicia. En 2017 ya dije que estaban contaminados", asegura sobre Penalva y Subirán. "Estuve a punto de suicidarme. Tenía la mano en la barandilla de un puente", revela Sbert.

Habla también Sbert. "Nuestros padres nos han inculcado unos valores que hemos transmitido a nuestros hijos. El respeto, el compromiso con tu familia y que la Policía, la justicia, los fiscales eran buenos. De pronto nos encontramos en prisión. Aparece San Antonio [dice sobre su abogado] y me dice que no ve ningún delito y que cree que estamos ante la tormenta perfecta: un juez, un fiscal y un periódico que les daba altavoz", afirma. "Yo he perdido mi trabajo. Destruyeron las empresas que construimos con el señor Cursach. Estoy arruinado, pero absuelto. El que más alegre estaba de estar ante la Justicia era yo. Nosotros no hemos hecho daño a nadie", asegura.

Habla ahora Carlos Tomás, otro de los policías absueltos, que carga contra los agentes del grupo de Blanqueo de la Policía Nacional entre lágrimas. También apoya al policía condenado por acosar a Sonia Vivas.

Interviene también Rafael Amengual, otro de los policías absueltos. "Nunca hice nada delictivo. Me buscaba la vida como cualquier otra persona y siempre he mantenido el uniforme limpio", afirma. "A mi padre le prometí que limpiaría el nombre mi familia y ahora creo que por fin lo podré limpiar. Y mi padre, ahí donde esté, lo verá", dice entre lágrimas. "Espero que nunca más vuelva a pasar lo que ha pasado con nosotros. La Policía Local puede volver a llevar la cabeza bien alta", concluye.

La presidenta del tribunal escucha emocionada y secándose las lágrimas las declaraciones de los acusados.

También toma la palabra Jaime Nadal, funcionario del Ayuntamiento de Calvià absuelto. Habla de su paso por el proceso como una "selva oscura". "Como servidor público, ese grupo organizado pretendió arrebatarme lo único que poseo: el trabajo bien hecho y la credibilidad delante del administrado. Se me pretendió arrebatar de cuajo un trabajo de 30 años", afirma. Agradece la labor de los fiscales y de sus abogados.

"Estirando de ese hilo, aquí ha salido ese interés político en vilipendiarnos", añade Franco, que relata las consecuencias personales que ha tenido para él y su familia. "Soy policía desde hace 28 años y estaba cansado de decirles a detenidos que en el juzgado se aclararían las cosas. Hasta hoy había prometido que no volvería a decirlo. Creo que ahora lo podré volver a decir".

Interviene también otro Feliciano Franco, policía que también ha acabado absuelto: "Se nos acusó de cosas que se han demostrado inciertas. Rozaba lo grosero", señala. Acusa al Ayuntamiento de "connivencia" y apunta a la regidora Angélica Pastor. "¿Por qué? Mi opinión es que son ocho años de legislatura de un pacto de progreso que sacó un rédito impresionante de fustigarnos públicamente en la plaza de Cort", sostiene. También defiende a Rafael Puigrós, condenado por el acoso a Sonia Vivas.

Prosigue Torres: "A riesgo de que el tribunal me riña, diré que hoy en día hay un gran profesional en prisión. Rafael Puigrós está condenado por una investigación que hicieron el mismo equipo. Se merece una revisión de su condena".

El otro policía acusado renuncia a la última palabra. Sí lo hace Gabriel Torres, exjefe de la Patrulla Verde que ha sido absuelto. "Todos volveremos a creer en la Justicia y ustedes son los responsables. Hemos pasado siete años y medio muy duros", afirma. Apunta a intereses espurios de uno de los policías que ha sido testigo de las acusaciones. "Vicente Gómez quería mi plaza y la forma ha sido esta", sostiene. "Hubo otro incidente. Un día vino Subirán con un alto cargo del PSOE que tenía un problema de ruidos de aires acondicionados en su casa. Le traté exquisitamente. Le expliqué el procedimiento. Le puse uno de los mejores técnicos en mediciones sonométricas. A los cuatro o cinco meses empezó a llamarme para ver qué había de lo suyo. Apareció en el cuartel y empezó a hacer quejas un día tras otro, diciéndonos de todo. Al cabo de dos semanas, Subirán fue al despacho del intendente jefe Antonio Vera. Estaba fuera de sí. Vera me llamó para que fuera con el expediente. No dijo de todo y cuando salió, nos dijo: 'Soy un perro de presa y cuando muerdo no suelto'". "Yo fui a prisión nueve meses y medio, estuve tres años y nueve meses suspendido de empleo y sueldo y el que hizo la medición estuvo un mes en prisión. Esta fue la mordedura del fiscal".

Gabriel Mayol, uno de los policías aún acusados, hace uso de su derecho a la última palabra: "Creo que volveré a creer en la justicia. Estaba totalmente decepcionado. Yo no lo pasé tan mal como lo ha pasado mi esposa, que es trabajadora del juzgado. Durante toda la instrucción, en los pasillos, los instructores le hablaban de mí. Eso me dolió mucho. Ha tenido que venir a verme a prisión a Palma, a Logroño y a Castellón. Por lo demás, quiero agradecer a la gente que ha trabajado mucho para defendernos y que saliera a la luz todo lo que nos ha pasado. El ministerio fiscal nos han dejado... No sé cómo agradecérselo. Realmente es para quitarse el sombrero".

"El tribunal ha actuado con rigor y escrupuloso cumplimiento de la legalidad. Me he tenido que emplear a fondo pero lo único que he pretendido es que todo el mundo pudiera defenderse", expone la presidenta del tribunal, Samantha Romero.

Concluye Oliver.

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Durante su intervención, este testigo, que ingresó 20 días en prisión provisional por esta causa y que finalmente fue exculpado, ha reconocido que varios empresarios de la zona de Magaluf, muchos del Grupo Cursach, hacían "de todo" y que varios locales incumplían la normativa.

"Les tiré a degüello", ha dicho, preguntado sobre si denunció a los negocios de Cursach que cometían irregularidades. También ha relatado que en la plaza Pitiüses de Magaluf había conflictos a diario entre empleados de Cursach y empresarios denunciantes de la zona.

Ha negado haber recibido sobornos por parte del grupo empresarial de Bartolomé Cursach o tener conocimiento de tratos de favor al grupo por parte del Ayuntamiento de Calvià.

Tirado también ha denunciado ante el tribunal la pasividad de los ayuntamientos de Palma, Calvià y Llucmajor ante las deficiencias e incumplimientos de licencias de diversos establecimientos.

En esta línea, ha recordado al tribunal que Acotur tuvo que interponer un contencioso-administrativo contra una discoteca del Paseo Marítimo de Palma, competencia del Grupo Cursach.

Sobre su paso por prisión provisional por orden del juez Manuel Penalva, ha contado que en el calabozo le visitó un policía del grupo de Blanqueo que le riñó. "Ya tendrás tiempo de reflexionar en la cárcel", le dijo el por entonces juez instructor. "Penalva no me interrogaba, me decía lo que tenía que decir", ha añadido.

"No daba fe a lo que estaba ocurriendo", ha apuntado, a la vez que calificado ese episodio en los juzgados de "tortura psicológica".

Durante su declaración, el presidente de Acotur ha acusado al empresario de Magaluf Alejandro Jara de "manipular" a testigos y ha asegurado que otro empresario del ocio de Magaluf, José Manuel Bover, personado como acusación, era amigo de Penalva.

Este lunes también ha sido interrogado el empresario Bruno da Silva, quien ha precisado que fue condenado por abrir una página web para denunciar las supuestas actividades irregulares por parte de Cursach, por lo que ha reconocido la enemistad con el conocido empresario de la noche mallorquina.

Da Silva ha señalado que en 2016, la Patrulla Verde, que por aquel entonces encabezaba Gabriel Torres, denunció irregularidades en un local suyo ubicado en s'Arenal, y que policías de paisano accedían a su negocio y le decían que no podía estar abierto, si bien tenía los permisos.

Por ello, Da Silva ha detallado al tribunal que se reunió con José Tirado porque quería abrir un negocio en Magaluf junto a dos locales del grupo Cursach. "Me dijo que eso era Siria y que si fuera yo, se iría porque iba a haber tiros", ha contado.

Este empresario ha negado haber provocado a trabajadores del grupo Cursach en Magaluf y ha añadido que el incidente que tuvo, que ha sido visionado en la sala, fue para defenderse.

En esta nueva sesión del juicio, Da Silva ha reconocido que hace un año comió con el que fue juez instructor Penalva y el exfiscal Manuel Subirán, si bien ha dicho que no hablaron de la causa contra la supuesta trama corrupta en torno a Cursach.