José María Rodríguez, exsecretario general del PP de Baleares, ya está en prisión, pero parece que no estará mucho tiempo privado de libertad, ya que confía en conseguir pronto el tercer grado penitenciario. El antaño poderoso político no ha ingresado en el centro penitenciario de la carretera de Sóller, lo ha hecho en el Centro de Inserción Social (CIS), donde el régimen penitenciario es mucho más leve y donde ingresan, sobre todo, los presos que han obtenido el tercer grado, que les permite acudir únicamente a dormir.

Rodríguez tiene que cumplir tres años y medio de cárcel por un delito de corrupción relacionado con el llamado caso Over. Sabía que más pronto que tarde tendría que ingresar en la cárcel y buscó la fórmula para conseguir el régimen penitenciario menos estricto. 

El exsecretario general del PP acudió ayer por la mañana, junto a su abogado Gaspar Oliver, a la oficina de la Audiencia de Palma. Allí le entregaron la notificación oficial, en la que se le indicaba que tenía un plazo de cinco días para ingresar en prisión. Rodríguez ya comunicó que lo haría en el CIS, aunque no indicó cuándo ingresaría. Lo hizo pocas horas después. A través de su abogado, el expolítico condenado por corrupción lleva semanas buscando la fórmula que le permita tramitar cuanto antes la obtención del tercer grado. Para eso era necesario ingresar en el CIS, ya que la tramitación para esta clasificación penitenciaria es mucho más rápida que si hubiera entrado en el otro centro penitenciario, donde los presos tienen que esperar meses a que se les clasifique de grado. De hecho, el pasado viernes Rodríguez ya tuvo la primera entrevista con los integrantes de la Junta de Tratamiento, que serán los que decidan si puede optar de inmediato al tercer grado.

Los condenados que deben entrar en prisión pueden hacerlo en cualquier centro penitenciario, incluido el CIS. En este caso el delincuente debe reunir una serie de características, que en el caso de Rodríguez se dan. Por ejemplo, debe ser un delincuente primario, como es su caso, y los hechos por los que ha sido condenado deben ser muy antiguos. Las irregularidades cometidas en el caso Over datan del año 2004, es decir, han pasado 18 años.

La pasada semana su abogado Gaspar Oliver presentó un escrito para tramitar su ingreso en este centro de inserción. Alegó muchas circunstancias, pero una de ellas es especialmente significativa, ya que por primera vez Rodríguez acepta que cometió un delito, es decir, reconoce su responsabilidad en la malversación de los fondos públicos. También alega su edad, 75 años, que ahora vive apartado de cualquier actividad política y profesional, ya que está jubilado, y su vida la dedica al cuidado de su mujer. 

También para ser merecedor del tercer grado José María Rodríguez abonó la responsabilidad civil que le impuso la sentencia condenatoria. Y su abogado Gaspar Oliver también ha reiterado la escasa cantidad malversada, que fueron 10.000 euros, además de que no fue un dinero que fue a parar a su bolsillo particular.

Otro de los argumentos que alega el exsecretario general del PP es que ahora dedica su tiempo libre a ser voluntario en Cáritas y en la Federación de personas mayores de Palma.

Mientras se tramita la petición del tercer grado Rodríguez no puede salir del centro. Todavía tiene la esperanza de que el Constitucional declare su inocencia.