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El Obispado mantendrá que la propiedad de Sant Jeroni ya se juzgó

Defenderá que la sentencia que dictó la Audiencia a favor de la diócesis prevalece sobre la reciente demanda que ha resuelto un juzgado de primera instancia dando la razón a las monjas

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Sant Jeroni: imágenes del monasterio 500 años después de la entrada de las primeras Jerónimas Penélope Oliver

Los servicios jurídicos del Obispado ya se han puesto a trabajar sobre el recurso que se va a presentar ante la Audiencia Provincial para lograr la nulidad de la sentencia, conocida la semana pasada, que otorgaba la propiedad del convento de Santa Elisabet, en Palma -conocido popularmente como Sant Jeroni-, a la congregación de monjas de las Jerónimas.

El Obispado de Mallorca cuenta con dos sentencias a su favor, en las que ambas ratifican la decisión del entonces prelado Javier Salinas de inscribir el recinto de clausura a nombre de la Iglesia. Este histórico edificio, donde esta congregación de religiosas ha habitado hasta 2014, no estaba inscrito en el Registro Civil, por lo que las Jerónimas y la Iglesia vienen disputando desde hace siete años la propiedad del mueble.

La última victoria judicial la han obtenido las religiosas, consiguiendo que una jueza de primera instancia haya determinado que el convento es de su legítima propiedad. Pero la Iglesia quiere hacer valer las dos sentencias anteriores, al defender, entre otras cosas, que una decisión acordada por un tribunal de la Audiencia, como es este caso, tiene mucho más valor jurídico y prevalece sobre la decisión que pueda tomar un juzgado de primera instancia. Los asesores legales rechazan que puedan existir decisiones judiciales contradictorias sobre un mismo tema, por lo que sostendrán que la Audiencia Provincial ya resolvió el conflicto entre ambas instituciones religiosas a favor del Obispado. Si la inmatriculación adoptada por el obispo Salinas fue legal, ello suponía que se determinaba que el convento no pertenecía a las religiosas, sino directamente a la Iglesia.

En el anterior pleito, el representante legal del obispo ya reiteró que detrás del interés de las monjas Jerónimas en inscribir el convento a su nombre se escondía una negociación para convertir el edificio religioso en un moderno hotel. Incluso se llegó a decir, aunque las monjas ahora lo niegan, que la religiosa que se reunió con el obispo Salinas le propuso repartir los beneficios entre Cáritas y la congregación.

Sor Natividad Sanz, presidenta federal de la Jerónimas. B.Ramon

Sor Natividad Sanz, portavoz de la congregación de las Jerónimas ha negado esta semana que el interés en vender el convento hubiera existido alguna vez, pero el Obispado mantiene todo lo contrario, por lo que en su momento justificó la rápida inmatriculación en el registro de la propiedad.

En estos momentos, aunque las monjas quisieran, no podrían vender el edificio, porque todavía falta por resolver la apelación que versa sobre la propiedad del convento.

En la actualidad la presencia de la congregación de las Jerónimas en Mallorca es muy limitada. Solo cuenta con tres religiosas, que viven en Inca, después de abandonar el convento de Palma. Las tres monjas son muy mayores y la congregación sufre la crisis de falta de vocaciones, por lo que ahora es muy complicado que estas monjas vayan a estar acompañadas de otras religiosas más jóvenes. Aunque las Jerónimas llevan varios años sin residir en este convento de clausura de Palma, se sigue realizando un constante mantenimiento del edificio, para evitar que se deteriore más de lo que está, debido a su antigüedad.

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