«Lamentable e intolerable» o una actitud «egoísta y deplorable» fueron algunos de los adjetivos que, respectivamente, dedicaron ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, y el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, el doctor Javier Arranz, a la situación vivida la noche de Navidad en la discoteca BCM, con cientos de jóvenes bailando sin mascarilla y sin respetar las medidas de distancia física en unos momentos epidemiológicos complicados.

Así, la consellera criticó las imágenes de la fiesta de Navidad calificando la situación de «muy lamentable» e «intolerable» y remitió a la conselleria de Presidencia sobre las futuras sanciones que podrían recaer sobre la empresa organizadora de la fiesta.

Por su parte, el portavoz del comité autonómico Javier Arranz, consideró «egoístas y deplorables» las imágenes tomadas en esta discoteca sin respetar las medidas sanitarias.

Defunciones sin asistencia

Encendiéndose conforme iba criticando la actitud de los asistentes a la fiesta sin ningún tipo de prevención, Arranz se preguntó qué pensarían los infractores si por actitudes como la mostrada aumentaran tanto los casos como para provocar una saturación asistencial en la que moriría gente por no poder ser atendida. 

Menos medidas y más claras

Por su parte, el nuevo líder de Més y socio del Govern junto al PSIB, Lluís Apesteguia, manifestó su «apoyo total, absoluto y sin paliativos» a las medidas sanitarias del Ejecutivo autonómico, pero «teniendo en cuenta la capacidad de hacer que se cumplan».

En este sentido, el coordinador de la formación advirtió que «las restricciones en las fiestas populares no tienen sentido si en el ámbito privado no hay capacidad para controlarlas».

Por este motivo, Apesteguia consideró que «es mejor implantar menos medidas, y que éstas sean más contundentes y más claras». De otro modo, cabe el riesgo de que, al final, «acaben pagando la situación los que cumplen las medidas por culpa de los que no lo hacen».

En cualquier caso, tras ver las polémicas imágenes, el líder destacó que «la salud colectiva es el máximo valor a preservar» y mostró su respaldo a las decisiones del Ejecutivo autonómico.