El IMAS ha tenido localizada a la menor fugada desde hace un año

Un trabajador de la institución la llevó al médico varias veces y luego la dejó otra vez con su novio

Sede del Institut Mallorquí d’Afers Social (IMAS), situado en la calle General Riera. | DM

Sede del Institut Mallorquí d’Afers Social (IMAS), situado en la calle General Riera. | DM / Miquel Adrover/Agencias. Palma

Xavier Peris

Xavier Peris

Denunciaron su desaparición, pero sabían perfectamente dónde se encontraba durante el último año. De hecho, trabajadores del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) llegaron a acompañar al médico en varias ocasiones a la menor de diecisiete años que en teoría estaba desaparecida desde hace más de un año. Sin embargo, no hicieron nada por reintegrarla al centro en el que estaba acogida, ante el convencimiento de que volvería a fugarse cuando quisiera.

El caso de la adolescente de 17 años, lleva camino de convertirse en un escándalo de grandes proporciones y en una muestra más de dejación de funciones por parte de los responsables del IMAS, que asumieron que no podrían mantener a la menor en el centro de Santa Maria en el que estaba acogida y la dejaron en la casa de los padres de su novio, donde todavía reside.

Las últimas maniobras para tratar desactivar el escándalo pasarían por tratar de agilizar la emancipación de la menor, y que quede bajo la tutela de los padres de su novio, de no ser por un escollo difícil de salvar: la madre del joven tiene antecedentes policiales por delitos relativos a la prostitución.

Todas estas circunstancias explican la ceremonia de confusión generada alrededor del caso, en especial tras la publicación de su foto en el listado del Centro Nacional de Desaparecidos del Ministerio del Interior la semana pasada.

La sorpresa surgió cuando se comprobó que la denuncia por la desaparición de la menor se remontaba a agosto de 2020, cuando la menor no volvió al centro de acogida de Santa Maria en el que residía. ¿Más de un año con una menor desaparecida y no se había hecho público?

La foto de la desaparecida no se hizo pública hasta la semana pasada, más de un año después de la fuga

El martes, tras ser interpelada en el Parlament por Jorge Campos, de Vox, la presidenta Francina Armengol reveló que la menor «está en contacto con el IMAS». La presidenta explicó que la joven se había puesto en contacto con la institución tras ver su foto en los medios de comunicación. Desde el IMAS confirmaron que la menor ha pedido iniciar un proceso de emancipación.

Sin embargo, fuentes cercanas al caso han revelado que los técnicos del IMAS han mantenido contactos con la menor a lo largo de todo este tiempo, y sabían que estaba viviendo con los padres de su novio, en Palma. De hecho, un trabajador de la institución la acompañó varias veces a un centro de salud de Inca para que recibiera asistencia médica en noviembre del año pasado. Este profesional detectó síntoma de abandono y falta de cuidado en la menor, pero la volvió a dejar con la familia del novio.

Al parecer, los responsables del IMAS optaron por no reintegrar a la menor en el centro de acogida ante el convencimiento de que volvería a fugarse de inmediato.

La estrategia para desactivar el escándalo pasaría por gestionar que esta familia asumiera la custodia de la menor, pero aquí se han encontrado con otro grave inconveniente: la madre del novio tiene antecedentes policiales por delitos relativos a la prostitución.

Mientras tanto, la Guardia Civil mantiene el caso de la desaparición abierto y en los últimos días ha realizado gestiones para localizar a la adolescente.

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