Los empresarios de la restauración que han demandado al Govern por el cierre del sector reclaman al Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que permita de forma inminente la reapertura de los negocios, incluidos los espacios interiores. Consideran que las restricciones impuestas a bares y restaurantes no tienen justificación científica. En un escrito de solicitud de medidas cautelarísimas presentado ayer ante la sala de lo Contencioso-Administrativo, la cuarentena de demandantes -agrupados en la Associació de Restauradors de Mallorca (Arema) y Pimem Restauració- reclaman dejar sin efecto las restricciones impuestas desde finales de noviembre y regresar a la situación anterior, con las únicas limitaciones del aforo en los interiores. El TSJB no había admitido ayer todavía a trámite la demanda, aunque estaba previsto que lo haga en las próximas horas y que responda a esta solicitud de forma urgente.

La petición de estos restauradores, representados por el abogado Francisco Pérez, insiste en que los contagios no se producen mayoritariamente en bares y restaurantes, cuestiona los criterios fijados por el Govern para imponer las restricciones y destaca el agravio que, a su juicio, supone la reapertura de otros sectores como los centros comerciales. Además, afirma que la situación epidemiológica no justifica las medidas vigentes.

Sin justificación científica

El escrito cuestiona los niveles de alerta sanitaria establecidos por el Govern a finales de noviembre, sobre los que se apoyan las crecientes restricciones impuestas a la hostelería. Los demandantes sostienen que «se desconoce por completo qué datos objetivos sustentan» estos niveles de riesgo y qué criterio se sigue para establecer uno u otro. Según reflejan en su petición, el Govern no ha indicado «jamás» qué estudios científicos avalan el cierre de espacios interiores para combatir la transmisión del virus.

En este sentido, cuestionan la reciente decisión de relajar las medidas en los centros comerciales «sin aportar ningún documento científico» que lo respalde. «El único sector que no ha sido modificado es el de la hostelería cuando en todos los otros sectores también hay reuniones de personas no convivientes y se practican en lugares cerrados», señalan.

A su entender, las medidas impuestas a la hostelería «no han supuesto una clara mejoría respecto de la situación anterior, dado que nos encontramos en niveles similares de incidencia y positividad a las del verano de 2020, cuando las medidas sanitarias eran bien distintas». También citan estudios para demostrar que la mayoría de «los contagios se producen en círculos familiares y privados» y no en la hostelería. Por ello, acusan al Govern de haber adoptado «una serie de medidas en caliente sin valorar su efectividad». «A la Administración le sale gratis cerrar la hostelería dando la impresión de que actúan contra la pandemia», sentencian.

Los restauradores, que destacan de nuevo los graves perjuicios económicos que han supuesto las crecientes limitaciones, reclaman con estos argumentos al TSJB que suspenda las últimas restricciones. Esto supondría regresar a la situación del pasado verano, con los espacios interiores de bares y restaurantes abiertos con aforo limitado. Los empresarios piden estas medidas cautelarísimas en una ampliación de la demanda contra el Govern presentada a principios de febrero. Según explicó entonces la presidente de Pimem Restauració, Eugenia Cusí, el objetivo de esta demanda es «someter a control judicial» las decisiones administrativas del Govern para poder exigir compensaciones si se demuestran injustificadas.