La recuperación de las ventas no se va a dar durante este año y habrá que esperar a2022 para poder hablar de reactivación, al menos en el sector balear del automóvil, según las previsiones que manejan los concesionarios de las islas. El presidente de su patronal, Andrés Vidal, recuerda que durante 2020 los coches vendidos en el archipiélago se desplomaron un 45,6% respecto a 2019, y señala que lo que se espera para 2021 es que la demanda sea muy similar a la del pasado ejercicio, con una mínima subida en el mejor de los casos. Según subraya, en Balears no hay en estos momentos un «mercado de automoción» sino exclusivamente un «mercado de sustitución», o lo que es lo mismo, solo se adquiere un automóvil nuevo para reponer otro cuyas averían no le permiten seguir circulando.
Andrés Vidal recuerda que el sector del automóvil es un «buen termómetro» de la situación económica en una zona, y la fotografía que sus ventas hacen de la actividad de las islas es extraordinariamente negativa. Para empezar, durante el pasado año se vendieron en el archipiélago 16.325 vehículos, prácticamente la mitad de los registrados en 2019, cuando se alcanzaron los 30.007. Eso implica un desplome de un 45,6%, un dato que se destaca tanto por su importancia como por el hecho de superar ampliamente la media española, que marcó una bajada interanual del 32,2%.
Pero además, enero de este año muestra un comportamiento igualmente negativo, con una bajada respecto al mismo mes de 2020 de un 70% aproximadamente en la adquisición de automóviles en las islas. Este porcentaje es aun más acentuado que la media del pasado ejercicio debido a que un cambio en la fiscalidad a partir de este mes ha hecho que algunas ventas se adelantaran a diciembre para así beneficiarse el comprador de un mejor precio.
Previsión para 2021
Pero al margen de este recorte coyuntural tan intenso, la estimación de los concesionarios de Balears es que sus ventas se van a mantener a lo largo de 2021 en cifras casi idénticas a las de 2020 o, en el mejor de los casos, con un ligero aumento del 5%, dato este último que solo supone recuperar unos 700 coches de la pérdida de más de 13.600 registrada durante el pasado año. De nuevo, la comparación con las previsiones nacionales, donde se espera una recuperación del 15% aproximadamente, reflejan que el impacto que el coronavirus está teniendo en la economía de las islas es con diferencia el más importante del país.
Desde la asociación balear de concesionarios se subraya que la demanda de empresas y particulares de Balears está totalmente retraída tanto por los daños ya sufridos (en ambos casos se destaca la caída de los ingresos, agravada por el fuerte endeudamiento de las primeras), como por la ausencia de cualquier expectativa sólida de recuperación, al estar en el aire la reactivación turística y del mercado laboral que pueda darse a partir de junio o el alcanza de la misma en el caso de que se produzca.
En este aspecto, Andrés Vidal recuerda que la demanda para el rent a car está absolutamente congelada, especialmente tras la experiencia del pasado año y el fallido intento de recuperar la llegada de visitantes, lo que se suma la paralización de nuevas inversiones por parte del resto de empresas, también por la imposibilidad de pronosticar si va a registrarse reactivación, a lo que se suma que son muchas las que han alcanzado su límite de endeudamiento.
En este contexto, también son numerosas las familias que aplazan un gasto tan importante como es el de la compra de un coche (para muchas el segundo más elevado a lo largo de su vida, tras la adquisición de la vivienda).
Pero eso tiene un impacto adicional, como es el envejecimiento del parque móvil del archipiélago, con una media de unos 13 años, lo que supone que muchos coches viejos y mucho más contaminantes que los nuevos siguen circulando por las carreteras de Balears.
La excepción del eléctrico
La excepción a esta caída en las ventas y a la falta de expectativas de reactivación se da en los coches eléctricos e híbridos, en buena medida porque se parte de cifras muy bajas pero también por las fuertes campañas promocionales que los fabricantes hacen de esos vehículos para así cumplir los límites de emisiones contaminantes que tienen asignados.
Durante el pasado año se comercializaron en el archipiélago 2.805 automóviles de este tipo, un 22% más que en 2019. De este grupo se puede destacar el caso de los que son exclusivamente eléctricos, que aunque suponen una parte pequeña de las ventas, con 488 vehículos, registran un crecimiento del 81%.
Es el único caso en el que los concesionarios apuestan por un incremento también a lo largo del presente ejercicio, precisamente por el interés en promocionarlos por parte de las empresas fabricantes.
