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La venta de coches se reduce a la mitad en Baleares sin visos de mejora este año

En ocho meses se han comprado casi 11.000 vehículos con preferencia por los modelos más económicos

Los concesionarios no prevén una reactivación de las ventas para este año y esperan que la recuperación se produzca en 2021.

La debilidad económica de muchas familias debido a la crisis generada por el coronavirus está provocando que las ventas de automóviles durante los primeros ocho meses del año hayan sido la mitad de las registradas durante el mismo periodo del pasado año, con una preferencia por los modelos más económicos con precios que no superen los 15.000 euros, según los datos facilitados por el presidente de la asociación balear que agrupa a las empresas concesionarias (Aseda) y director general del grupo Autovidal, Andrés Vidal.

Durante el mes de agosto se vendieron en las islas 1.273 vehículos, lo que supone un descenso del 31% en relación a las mismas fechas del pasado año, notablemente más intenso que el que se ha registrado en el conjunto del país, del 11,8%. Pero la paralización en la actividad que se produjo durante las semanas de confinamiento hace que las ventas durante los ocho primeros meses del presente ejercicio hayan sido de 10.992 automóviles, lo que implica una caída acumulada de un 50% respecto al mismo periodo de 2019. Y de nuevo este impacto es notablemente superior a la media estatal, que marca un recorte del 41%.

La conclusión es simple y compartida tanto por Vidal como por el director general de Nissan Nigorra Balears, Pedro Miñano: la crisis provocada por la covid-19 está siendo en las islas notablemente más dura que en la mayoría de comunidades autónomas por su dependencia del turismo, con un elemento que explica el fuerte deterioro de muchas economías familiares como es el elevado número de asalariados que se han visto afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y, en el peor de los casos, con la pérdida de su puesto de trabajo, con la correspondiente caída de los ingresos.

A ello hay que sumar otro factor, como es el desplome que también se ha dado en muchas actividades empresariales que han optado por no renovar la flota de automóviles, como es el caso de las firmas de alquiler de vehículos. Desde la patronal Aevab ya se apuntó recientemente que su actividad ha caído este año un 80% respecto al pasado ejercicio.

Pero el problema no se centra solo en ese recorte en los ingresos familiares, sino en las dificultades para obtener financiación de muchos posibles clientes, que pese a mantener capacidad económica para la compra de un nuevo automóvil, se encuentran sin acceso a la financiación porque la banca ha optado por cerrar el grifo del crédito a las personas que se ven afectadas por un ERTE.

Sin repuntes en 2020

Esta situación explica que en el sector no se esperen repuntes en la demanda durante este año, con la previsión de que 2020 se cerrará con una caída interanual de las ventas de un 40% aproximadamente.

Este recorte se espera pese a que los concesionarios están aplicando notables ofertas en un intento de reactivar la demanda, dado que el importante aumento de ventas que cada año se registra en julio no se ha producido en esta ocasión, dejando a los concesionarios con un notable stock de automóviles.

Las esperanzas del sector están puestas ahora en que 2021 venga acompañado de una recuperación en la adquisición de vehículos. Según apunta Pedro Miñano, «cuando se inicia una crisis a lo primero que se renuncia es a la compra de un automóvil, pero cuando se sale de ella es lo primero que se reactiva también».

La venta de coches se reduce a la mitad en Balears sin visos de mejora este año

El actual bache está siendo compensado en estos momentos por las empresas concesionarias a través de la aplicación de ERTE en sus plantillas, más intensos en los departamentos comerciales y mucho menos en los talleres donde la bajada de la actividad está siendo mucho más reducida, estimada entre un 5% y 10%, ya que a medida que aumenta la antigüedad del parque móvil crecen también las necesidades de mantenimiento.

En opinión de Andrés Vidal, esta crisis previsiblemente se va a superar sin la desaparición de empresas en este sector, manteniendo así los alrededor de 40 concesionarios existentes.

Este pronóstico se sustenta en que durante la anterior crisis de 2008 esta actividad ya registró una notable concentración, quedando en pie principalmente las empresas familiares que han obtenido un tamaño suficiente como para resistir el descenso en la facturación que actualmente están registrando.

«Es muy difícil que en estos momentos un grupo mallorquín compre a otro, y la única posibilidad es que se registre alguna fusión pero lo veo muy improbable», añade Andrés Vidal.

LAS CLAVES

Caída de las ventas a la mitad

Entre enero y agosto se han vendido casi 11.000 vehículos en Balears, con una caída del 50% respecto a 2019.

Problemas de financiación

Un problema del sector es que la banca no da crédito a empleados en ERTE, y en las islas son muy numerosos.

Sin reactivación en 2020

El sector espera cerrar 2020 con una caída en las ventas del 40%.

Sin cierre de empresas

La crisis anterior dejó en pie a grandes empresas familiares que ahora pueden resistir la caída de ventas.


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