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Antonio Oliver: «Al ritmo de contagios actual, en marzo vamos a estar muy bien»

El jefe de Microbiología de Son Espases, partidario de retrasar la vacunación de los infectados porque siguen teniendo inmunidad

El jefe del servicio de Microbiología de Son Espases, en una imagen de archivo tomada en estos laboratorios.

Después de casi un año de duro trabajo, Antonio Oliver, responsable de Microbiología de Son Espases, tiene motivos para estar satisfecho. El ritmo de nuevos contagios está en franco descenso lo que le llevó a concluir que «ahora mismo la situación es buena y si se mantiene esta tendencia, en el mes de marzo vamos a estar muy bien», subrayó el microbiólogo tras conocer que el cierre de bares y restaurantes se prorrogará hasta final de este mes de febrero.

El porcentaje de nuevos contagios atribuibles a la cepa británica sigue creciendo y se situaría en estos momentos en el 20% del total. «Con una mayor incidencia en Eivissa», matizó recordando además a continuación que ese porcentaje se aplica ahora a un menor número de contagios.

Esto es, que no es lo mismo que la cepa británica fuera la causante del diez por ciento de los 600 nuevos contagios de hace unas semanas a que lo sea del veinte por ciento de las 185 nuevas infecciones notificadas ayer. «El número absoluto de contagios atribuibles a esta variante también está bajando», concluyó.

Ni la sudafricana ni la brasileña

Y la búsqueda de las nuevas cepas del SARS-CoV-2 circulantes todavía no ha cosechado frutos en el laboratorio de Microbiología del hospital de referencia: Oliver señaló que aún no se ha detectado la presencia en Balears ni de la variante brasileña ni de la sudafricana.

El microbiólogo, que forma parte del grupo de especialistas que conforman el comité de vacunas creado en Son Espases, se mostró partidario de no suministrar más que una dosis a todas aquellas personas que ya han superado la infección. «La segunda dosis, en general, es prescindible. La primera actuará en ellos como la segunda», diferenció.

El experto argumentó que incluso una persona contagiada en el mes de marzo, al inicio de la pandemia, podría seguir manteniendo esta inmunidad alcanzada de forma natural.

Pese a que todos los estudios apuntan a que esta protección frente al nuevo virus se mantendría durante unos seis meses, Oliver señala que el periodo de «blindaje» frente a reinfecciones podría ser aún mayor.

«Y es que pese a que la persona contagiada haya perdido ya los anticuerpos que generó su sistema inmunitario para combatir al agente patógeno, todavía sigue teniendo memoria celular», explicó Oliver.

Esta memoria celular, que el experto abundó que la producen los linfocitos B del sistema inmunitario, permitiría a este último volver a producir nuevos anticuerpos con los que hacer frente a una reinfección por coronavirus. «El sistema inmunitario ha dejado de producir los anticuerpos pero eso no significa que no sepa cómo hacerlo, se acuerda perfectamente», explicó de una manera coloquial al alcance de los profanos en la materia.

Esta circunstancia le llevó a concluir que la inmunidad de los ya infectados podría mantenerse más allá de los citados seis meses y que incluso la protección podría superar el año. «Además, la desaparición de los anticuerpos no se produce de la noche a la mañana, es gradual», concluyó admitiendo también que los efectos secundarios de la segunda dosis en las personas que ya han pasado la enfermedad son, efectivamente, más virulentos.

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