Jaume Jesús Carot será con toda probabilidad el nuevo rector de la Universitat de les Illes Balears (UIB) antes del verano. El catedrático de Física ansía el puesto y a día de hoy carece de rival, con lo que tiene el camino completamente allanado para suceder al actual rector Llorenç Huguet en su despacho de Son Lledó.

La designación de Carot se da por sentada en el campus universitario de la carretera de Valldemossa. Los esfuerzos para convencer a la única candidata que podría hacerle frente, Margalida Gili -la preferida por el sector más progresista- han sido en vano; la catedrática de Psicología social ha agradecido las múltiples invitaciones y apoyos recibidos para dar el paso, pero hoy por hoy se ha autodescartado.

Carot dimitió sorpresivamente hace ahora justo un año como vicerrector de Investigación e Internalización de la UIB, una salida que entonces el Rectorado vendió oficialmente como «consensuada» aunque no explicó los motivos. «Ahora se entiende mejor su salida, quería prepararse para lanzar su candidatura y necesitaba tomar cierta distancia del actual equipo», apunta una fuente universitaria sobre los motivos para la renuncia del doctor en Física.

La vicedecana de Medicina Margalida Gili. B. RAMON

Votaciones en mayo

Las elecciones a rector no han sido convocadas aún formalmente, pero se da por hecho que serán el mes de mayo. Huguet no puede presentarse más a la reelección, «y de momento el único que hace campaña, aunque sin tampoco demasiado ruido, es Carot», subraya un docente del campus.

A diferencia de otras épocas, esta vez no se libra una gran batalla para hacerse con el cargo. Solo ha habido tímidos movimientos de distintos sectores para promocionar una candidatura alternativa a la de Carot, considerado continuista y heredero de Huguet.

Aunque no es un candidato de consenso, a Carot (Tortosa, 1960) no se le discute el currículum. Es licenciado en Física por la Universitat de Barcelona y doctor en Física por la UIB. Honorary Research Fellow en la británica Universidad de Aberdeen, ha realizado diversas estancias de investigación en el Reino Unido, Canadá, Alemania y Portugal. Ha desarrollado su investigación en el ámbito de la teoría de la Relatividad General. Carot ha participado en más de 20 proyectos de investigación competitivos, y dedicó ocho años a la gestión universitaria. Fue vicerrector de Profesorado y Posgrado con la rectora Montserrat Casas, y tras el fallecimiento de ésta en 2013 pasó a formar parte del equipo del actual rector.

Para su despedida, sin posibilidad de reelección tras 16 años en sendas etapas de dos mandatos cada una, Llorenç Huguet se garantizó a finales del año pasado «la reducción total de la dedicación a tareas docentes durante 18 meses». De este modo llegará a una cómoda jubilación sin necesidad de volver a pasar por las aulas.

A lo largo de su mandato, y aun no siendo un rector aclamado, Huguet ha sabido ganarse el apoyo de propios y contrarios. Unos y otros le han mantenido siempre a flote y sin un gran cuestionamiento público, fruto de su política de laissez-faire, laissez passer, según los más críticos con su gestión. Con todo, ningún departamento ni corriente anti-Huguet dentro del claustro ha sido nunca capaz de desbancarle.

En anteriores elecciones lo intentaron los economistas Antoni Riera y Rafel Crespí, sin éxito. En esta ocasión, distintos docentes de sectores muy diversos entre sí han intentado aunar fuerzas en torno a la vicedecana de la Facultad de Medicina. El director del departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación -además de persona de confianza de Huguet-, Jaume Sureda, es uno de los que han pugnado; pero no el único. Margalida Gili, con un currículum muy vasto y solvente, ha recibido múltiples visitas en la Facultad de Medicina en los últimos meses para animarle a dar el paso. También es la candidata que gustaría al Consolat y al conseller de Educación, Martí March, que han sido sondeados al respecto.

No obstante, Gili ha declinado la oferta. En su negativa habrían pesado, entre otros factores, el inevitable cariz de relaciones institucionales que lleva aparejado el cargo.

Joan Frau, alternativa fallida

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El perfil del vicerrector de Docencia, Joan Frau, también ha estado sobre la mesa para relevar a Huguet. El catedrático de Química Física forma parte del equipo de gobierno de la UIB, y dentro del mismo era el único miembro con apoyos para relevar a Huguet, señala una de las fuentes citadas, que no le otorga adscripción política conocida. Frau, que habría rechazado la propuesta por motivos personales, ha jugado un papel clave en la adaptación telemática de la docencia en la UIB debido a la pandemia covid.

Expediente con mácula Carot se puso de perfil con el caso Minerval

M. Ferrer | M. Ferragut

La trayectoria universitaria de Jaume Carot se vio empañada por su papel destacado y polémico en la gestión interna que hizo la UIB del caso Minerval, la detención de los catedráticos Pablo Escribá y Xavier Busquets, acusados de haber vendido un fármaco en fase de investigación y sin la necesaria autorización.

Carot fue la persona que recibió a la investigadora que en su momento denunció los indicios sobre la posible actividad irregular de Escribá respecto a una patente de un productor contra el Alzheimer. También acompañó al rector y a otro vicerrector (Antoni Aguiló) a una reunión con la oncóloga de Son Espases Sefa Terrasa, que en 2015 también expresó sus sospechas de que el catedrático estaba vendiendo el Minerval a sus pacientes cuando aún no estaba autorizado.

El caso fue archivado finalmente por los tribunales, si bien la conselleria de Salud abrió un expediente administrativo imponiendo la sanción más alta: un millón de euros. La Universitat tuvo que abrir un expediente investigador, y tanto el rector Llorenç Huguet como el propio Carot tuvieron que dar explicaciones del caso ante el Parlament. La actitud entonces del postulante ahora a rector se esgrime por algunos docentes como un hándicap para su elección. Por contra, Carot está convencido de que no le pasará la menor factura.