El Colegio Oficial de Psicólogos de les Illes Balears (COPIB) urge al Govern a que vuelva a financiar el servicio gratuito de atención psicológica para la ciudadanía que se puso en marcha el pasado marzo con el confinamiento. En julio se interrumpió ante la mejoría de la pandemia y tras volver a ponerse en marcha no cuenta con el apoyo económico del Ejecutivo balear.
Mientras las conselleries de Sanidad y Asuntos Sociales siguen valorando si lo consideran o no un servicio prioritario durante la crisis, el Colegio de Psicólogos, que lo reanudó en octubre con financiación privada ante el agravamiento de la pandemia, ha decidido sufragar su coste hasta finales de enero. «La situación lo requiere, no podemos cortar el grifo», declara tajante Javier Torres, su decano.
«Hay llamadas muy complejas y que requieren una atención inmediata, hace mucha falta», explica Torres.
El Govern, a través de la Dirección General de Emergencias e Interior, en colaboración con el COPIB puso a disposición de la ciudadanía a finales de marzo el servicio telefónico de atención psicológica de apoyo durante el estado de alarma (900 112 003) .
En julio, tras la mejoría detectada ante la covid-19, se interrumpió la atención de unos 80 profesionales especializados en psicología clínica e intervenciones de crisis, emergencias y lutos que daba servicio de forma interrumpida de lunes a domingo. Sin embargo, en octubre, con el agravamiento de la pandemia, se volvió a activar con la financiación de una entidad financiera y el soporte telefónico de la Dirección General de Emergencias.
Duelos no resueltos
El pasado diciembre el Colegio de Psicólogos trasladó al Govern la urgencia de que volviera a apoyar el servicio. «La ciudadanía no se merece que se quite de la noche a la mañana», afirma Torres, quien se reconoce «sorprendido» ante la falta de respuesta del Ejecutivo de Armengol, máxime cuando se trata de una partida «perfectamente asumible».
El 900 112 003 ha recibido más de un millar de llamadas de personal sanitario, educativo o de las Fuerzas de Seguridad que sufren fatiga pandémica, además de particulares en situación de soledad, con duelos no resueltos, situaciones límite o ideas suicidas. «Esto no se va a resolver en dos meses y no sabemos si habrá un segundo confinamiento», avisa Torres.
