El Ib-Salut ha asegurado hoy que no compra productos sanitarios a China para luchar contra el coronavirus desde el pasado mes de junio. Ha explicado que la relación comercial con proveedores del país asiático se interrumpió en junio, cuando se reabrió y estabilizó el mercado internacional y el Servicio de Salud pudo al fin, atendiendo a su central de compras, recuperar el contacto con sus proveedores habituales, normalmente grandes empresas europeas.

Así ha respondido el Govern a la denuncia del colectivo del sector textil de Mallorca, publicada en Diario de Mallorca, que  ha acusado al Govern de preferir la ropa sanitaria que se fabrica en China antes que adquirir la que se elabora en la isla.

Fuentes de la conselleria de Salud han explicado que en el mes de mayo el Govern, a través de la conselleria de Transición Energética, puso en marcha un proceso para captar empresas locales que pudieran suministrar material sanitario.

Cargamento de material sanitario procedente de China

Las empresas de Baleares interesadas presentaron sus productos en mayo y el Servicio de Salud revisó y verificó las condiciones de seguridad y criterios de calidad de los materiales. Posteriormente, las empresas presentaron sus precios.Y hasta ahora, el Govern ha invertido 300.000 en productos de protección sanitaria a tres proveedores mallorquines de batas, máscaras faciales, hielo hidroalcohòlico y mascarillas. Estas son las compras realizadas hasta ahora a empresas mallorquinas.

  • DECORACIONES EGEA
  • 30.000 batas impermeables
  • 15.000 batas visitante
  • Total importe 253.152,90 euros
  • THINK COSMETICS
  • 11.408 solucionas hidroalcoholicas 500 ml
  • total importe : 27.440,46
  • PLANISI
  • 3.500 pantallas de protección
  • total importe: 16.450€

El hecho de que haya empresas que todavía no hayan recibido un pedido, comenta la conselleria de Salud, no quiere decir que se produzcan nuevas necesidades, el Servicio de Salud no encargue pedidos a otras empresas. En cualquier caso, justifica, el Ib-Salut tiene que tramitar las compras de todos los productos mediante la Ley de contratación Pública, teniendo en cuenta la mejor oferta calidad-precio.