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La covid deja en los estancos más de 22 millones de cajetillas de tabaco en Baleares

Las ventas de cigarrillos se desploman un 36% en las islas durante los ocho primeros meses del año debido principalmente a la caída de la actividad turística

El consumo de tabaco se ha desplomado en las islas.

Mas de 22 millones de cajetillas de cigarrillos se han quedado sin vender en los estancos de Balears durante los primeros ocho meses del año. O al menos esa es la reducción que se ha registrado en el consumo de tabaco durante ese periodo en relación al pasado año, según los datos facilitados por el ministerio de Hacienda, provocada por la caída en la actividad turística, tanto en lo que respecta a la llegada de visitantes como de trabajadores temporales.

Según los informes publicados por el citado organismo, en las islas se comercializaron entre enero y agosto de este año 38,6 millones de cajetillas, cuando durante el ejercicio anterior esa cifra se había situado en los 60,6 millones. Eso supone una caída del 36,3%, sin parangón en el resto del país (el informe no incluye a Canarias por su situación especial) y que multiplica por cuatro la media estatal, donde ese descenso se cifra en un 8,4%.

Las islas llevan varios años mostrando una evolución a la baja en el consumo de cigarrillos, pero la intensidad en la bajada de este año no tiene precedentes, y se explica por la caída en el número de consumidores, derivada de la bajísima actividad turística provocada por la covid-19.

Bajada en todos los productos

Otra aspecto que caracteriza el presente ejercicio es que esa reducción en las ventas se ha registrado en la totalidad de las modalidades en las que se comercializa el tabaco.

En el caso de los cigarros, durante los ocho primeros meses de este año se han vendido en el archipiélago 27,8 millones de unidades, frente a los 32,5 millones del mismo periodo de 2019, en este caso con una reducción más moderada que la de los cigarrillos, del 14,5%, aunque hay que tener en cuenta también que los primeros muestran un consumo mucho menos popular que el de los segundos, destinados estos últimos a una clientela que puede asumir su mayor precio.

Entre enero y agosto se han comercializado también 150.786 kilos de picadura para liar en el archipiélago, de nuevo claramente por debajo de los 214.879 kilos del ejercicio anterior, aquí con otro descenso muy notable, del 29,8%.

Por último, las ventas de picadura para pipa en las islas han alcanzado los 18.312 kilos, con un apreciable descenso frente a los 23.015 kilos de 2019. La bajada en este caso es de un 20,4%.

Un aspecto a destacar es que en el conjunto de España, aunque también baja la demanda de cigarrillos y cigarros, crece la de las dos picaduras.

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