El Govern aprobará el lunes una resolución que permitirá a la conselleria de Salud adoptar medidas más restrictivas en los quince municipios y barriadas de Palma con mayor incidencia del coronavirus, según anunció ayer la presidenta Francina Armengol. Las medidas más duras serán las de un confinamiento limitado, de tal modo que en las zonas, barriadas o municipios en donde la situación sea más grave podría obligarse a sus residentes a no salir de sus domicilios a partir de la última hora de la tarde, es decir, se establecería un toque de queda nocturno. Además, en las zonas con mayor incidencia de la pandemia se limitará a cinco personas las reuniones sociales, se reducirán los aforos en establecimientos públicos y aumentará el número de pruebas diagnósticas, así como la desinfección de los espacios públicos.

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"Se trata de que se pueda hacer una vida básica. Se podrá ir a trabajar, a la escuela, al médico o a servicios esenciales, pero no se podrán hacer actividades de ocio ni salir por la noche con el fin de parar la transmisión comunitaria", precisó Armengol, quien compareció ante los medios de comunicación junto a la consellera de Salud, Patricia Gómez.

Con la resolución que aprobará el lunes el Consell de Govern, Salud decretará y graduará las medidas con mayores restricciones, que serán diferentes en cada una de estas "zonas calientes" en función de la gravedad de la incidencia del coronavirus La duración máxima de esta medidas será de quince días, según precisaron la presidenta y la consellera.

Así, estas zonas regresarían a "algo parecido" a la fase 1 de la desescalada. Los municipios afectados, por contar con el mayor número de casos, son Palma, Valldemossa, Alaró, Santa Maria, Inca, Deià, Esporles, Marratxí, Banyalbufar, Llucmajor y ValldemossaAlaróSanta MariaIncaDeiàMarratxíBanyalbufarLlucmajorBinissalem Armengol se reunirá a partir de hoy con los alcaldes de estos municipios para coordinar las medidas, que, según insistió, serán diferentes en cada caso y se harán públicas el lunes. En este sentido precisó que lo más determinante para decidir las restricciones en cada zona será la incidencia de la pandemia, pero también se tendrán en cuenta otros aspectos como las "condiciones sociales".

Además, la presidenta explicó que las policías locales, Policía Nacional, Guardia Civil e inspectores de la Comunidad controlarán que se cumpla el confinamiento de aquellos infectados por el coronavirus o que deban recluirse en sus domicilios por haber estado en contacto estrecho con alguien que haya dado positivo. Estas personas recibirán una carta de Salud Pública ordenándoles una cuarentena de 14 días con sanciones de entre 100 a 3.000 euros para quienes incumplan e incluso superiores si hay agravantes, como por ejemplo salir para acudir a una fiesta.

Para ello, la dirección general de Emergencias pasará la información sobre estas personas a los policías e inspectores con el fin de que puedan controlar que no salen de sus viviendas, si bien Gómez precisó que no recibirán la "situación clínica" concreta de cada caso sino "sólo si esa persona debe estar confinada".

Además, entre otras actuaciones, Armengol resaltó que realizarán "protocolos integrales de acción comunitaria en las zonas con alto riesgo de incidencia" de la pandemia, algo que ya comenzó a llevarse a cabo el martes en Son Gotleu, en donde se han instalado unidades móviles para hacer pruebas de PCR y se han impulsado medidas de concienciación. Este protocolo, que se ampliará a otros barrios y se realiza en coordinación con las escuelas, tiene como objetivo "concienciar a la población" y aumentar la protección, con mayor control del cumplimiento de las medidas y más pruebas PCR.

Junto a ello, Armengol y Gómez anunciaron que ya se está medicalizando el Palacio de Congresos de Palma para acoger 100 camas de hospitalización, que se podrían ampliar a 200, y otras 30 de UCI con el fin de atender a pacientes con coronavirus si es necesario en el caso de que los centros hospitalarios resulten insuficientes. Además, en el hotel Palma Bay, que ahora acoge a infectados por la pandemia que no pueden garantizar la cuarentena en sus domicilios, se podría medicalizar una planta, según explicó Gómez.

En cuanto al inicio del curso escolar dentro de una semana, Armengol descartó retrasarlo y sostuvo que se ha hecho todo el trabajo para que arranque con la máxima seguridad, pero aseguró que es consciente de que "va a haber contagios" que serán inevitables. "Tenemos que aprender a convivir con la enfermedad de forma segura", concluyó.