Los hoteleros de Baleares, a través de la Federación Empresarial Hotelera y la Agrupación de Cadenas Hoteleras han mostrado hoy su apoyo a la decisión del Govern balear de cerrar la actividad empresarial de tres calles una en Magalluf y dos en la Playa de Palma, donde se concentra el turismo más incívico. En concreto, el cierre afecta a la calle Punta Ballena de Calvià, y a las calles "de la cerveza" y "del Jamón" de la Playa de Palma.

Ambas asociaciones hoteleras coinciden en que esta medida debe ser muy bien explicada a los visitantes, debido a que esta decisión se ha impuesto para evitar el turismo incívico, pero sobre todo para evitar contagios de coronavirus.

Ambas patronales han condenado los episodios que se han producido el pasado fin de semana, ya que entienden que ponen en riesgo la salud y la imagen de las islas. Y también consideran que perjudican al esfuerzo que han realizado los empresarios para aplicar los protocolos sanitarios y llevar a cabo la prueba piloto que permitió lanzar el mensaje de que Baleares era un destino turístico seguro.

Entienden las patronales que este comportamiento incívico lo protagonizan unas pocas personas, pero comprometen el trabajo de mucha gente. Por esta razón, consideran las patronales que ha sido un acierto del Govern, a través del conseller Negueruela, cerrar los conocidos como "puntos calientas", para de esta forma preservar el resto de la actividad turística y los puestos de trabajo.

También muestran su apoyo al compromiso del Govern de aumentar la vigilancia para evitar las aglomeraciones y la necesidad de evitar que esta actividad irregular no se desplace a otras zonas.

Desde la Caeb también se mostró el apoyo a esta actuación contra el llamado "turismo de exceso", una práctica a la que se opone la patronal, que apuesta por la oferta turística de calidad. Por esta razón, desde la patronal se recordó el esfuerzo que se tuvo que hacer para que Baleares realizara la prueba piloto para recibir a los primeros turistas tras la pandemia y que ello fue posible gracias a los buenos datos del control de los contagios.

La Caeb, según detalló su presidenta Carmen Planas, apuesta por la actividad de las empresas, pero que debe realizarse siempre dentro de los parámetros sanitarios que garanticen la seguridad, tanto de los residentes, como de los turistas. "Balears se juega mucho esta temporada y de cómo seamos capaces de hacer las cosas dependerá la supervivencia de buena parte del tejido productivo balear, así como de miles de puestos de trabajo en un momento en el que la economía balear ya se encuentra en recesión", señaló Carmen Planas.

El partido político Vox, en cambio, se mostró en contra de esta decisión del Govern, que calificó de "medida dictatorial que acabará de hundir a los empresarios y a los trabajadores" del sector turístico.

La concejala de VOX en el Ayuntamiento de Calviá, Esperanza Catalá, ha denunciado que con esta medida el Govern lo que hace es criminalizar a los empresarios del turismo. "Son ellos lo que hacen un esfuerzo para salvar la temporada y ahora se encuentran con una prohibición arbitraria, van a acabar de hundir lo poco que se podía salvar".

Asimismo, a través de un comunicado añadió que el Ayuntamiento de Calviá, donde se ubica Magaluf, "no puede quedar callado ante esta salvaje intromisión" del Ejecutivo y "tiene que salir a defender a los empresarios que, si han abierto sus negocios, es porque pagan impuestos, tienen los permisos pertinentes y cumplen con la normativa".