No hay por ahora ningún dato que, con carácter generalizado, apunte a un descenso en la facturación o a una previsión de caída en las ventas, y sin embargo entre los empresarios mallorquines hay miedo ante el impacto que el coronavirus pueda tener en la próxima temporada turística. Se trata de una preocupación "irracional", según se reconoce desde las organizaciones empresariales, desde las que al mismo tiempo se hace un llamamiento a la calma y a no dejarse caer en el alarmismo.

La presidenta de CAEB, Carmen Planas, reconoce que se está imponiendo una creciente incertidumbre ante el impacto que el coronavirus puede tener en la economía de las islas y más concretamente en la próxima temporada turística, pero pone de relieve que ese temor no se corresponde con la realidad, dado que por ahora no hay ningún dato negativo sobre la mesa, de ahí que haga un llamamiento a la tranquilidad.

Su homólogo en PIMEM, Jordi Mora, coincide en que se está imponiendo el miedo en el sector empresarial ante las incertidumbres que se están generando en torno a esta epidemia, pero coincide en la necesidad de transmitir un mensaje de calma.

Sin embargo, no oculta que la preocupación ante la aparición de contagios en la isla se explica porque de darse estos casos, el impacto para la temporada de este año podría ser equivalente al que tuvieron los atentados terroristas en el norte de África. "Nos podría destrozar el verano", reconoce. En cualquier caso, subraya que el temor que hay en estos momentos "no es racional", dado que no está respaldado por ningún dato real.

El presidente de la asociación de comercio Afedeco, Toni Gayá, admite el temor existente entre los empresarios del sector ante la posibilidad de que una expansión de la epidemia termine generando una caída importante de las ventas vinculada a un recorte de los desplazamientos turísticos.

Gayá señala que la otra patronal que preside (la asociación balear de servicios inmobiliarios) ha optado por retirar la candidatura de Palma de este sector, y la ha aplazado hasta 2021, precisamente a causa de esta preocupación.

Relación con Italia

En este aspecto, recuerda que el movimiento de personas y de mercancías entre Balears e Italia es muy intenso, y que en el norte de este país se está viviendo actualmente una crisis en el norte de este país se está viviendo actualmente una crisisprovocada por este virus.

Esa misma alarma es expuesta por el presidente de la asociación de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, que también usa la palabra "miedo" y admite que el nivel de preocupación "es muy alto a la vista de lo que está sucediendo en Italia".

En concreto, señala la incertidumbre que existe respecto a los efectos que el coronavirus va a tener en la decisión de los europeos de viajar y en el impacto que la epidemia puede tener sobre la llegada de visitantes.

El presidente de la asociación de distribuidores de alimentos de las islas, Bartolomé Servera, destaca la incertidumbre que se ha generado, ya que "en estos momentos nadie es capaz de hacer previsiones" sobre la forma en que va a afectar a la temporada turística, pese a que su sector se enfrenta a la necesidad de planificar el stock de productos.

Empresas chinas

Aunque desde las patronales de las islas se insiste en que no hay datos objetivos en estos momentos que expliquen el miedo que se está implantando en el sector empresarial, el presidente de PIMEM, Jordi Mora, señala un colectivo empresarial que ya está detectando una caída en su facturación, como es el del comercio y la restauración chinos. Mora apunta que la bajada en la clientela que están padeciendo estos negocios en Mallorca se sustenta en prejuicios sin fundamento, ya que nada respalda que en estos establecimientos exista un mayor riesgo de contraer el coronavirus. En su opinión, se trata de un problema sobredimensionado pero que está calando en la población.

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