El escándalo de la explotación sexual de menores tutelados en los centros del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) está sirviendo para que las diferentes administraciones empiecen a tomar medidas contundentes para evitar que los adolescentes caigan en las redes de prostitución. Una de las medidas que ha propuesto el Consell es que se incluya a todos los menores con antecedentes de fuga en una vigilancia especial que será controlada por el departamento de Emergencias del 112 y la Policía Nacional y la Guardia Civil. La vigilancia se realizaría mediante teléfono móvil de los menores con una opción especial que pueda activar el llamado "botón del pánico", explicaron ayer desde el Consell de Mallorca.
El conseller de Acción Social y presidente del IMAS, Javier de Juan, indicó el pasado viernes, durante su comparecencia en el pleno del Consell, que se estaba trabajando en la monitorización de las menores con riesgo de ser explotadas sexualmente. Habló del proyecto IRIS, que fue creado para ayudar a las mujeres víctimas de violencia de género. No obstante, el Consell quiere que se amplíe aún más la vigilancia sobre los menores tutelados, incluyendo también a los que tienen antecedentes de fuga de los centros tutelados o bien que no llegan a la hora acordada.
De Juan está ultimando una reunión a tres bandas: Govern, Delegación del Gobierno y el IMAS con la finalidad de establecer la estrategia y de activar la vigilancia digital de los menores. El Govern como responsable del 112 y de Emergencias, Delegación del Gobierno como institución que comanda a la Policía Nacional y a la Guardia Civil y el Consell como máximo responsable de los menores tutelados.
Una de las cuestiones que deberán dilucidar es si el 112 tendrá la capacidad de poder asumir la gestión telemática de las fugas de menores, tal y como pide el Consell de Mallorca. Hay que recordar que se habla de una media de 20 adolescentes fugados al mes. El Consell cuenta con 1.000 menores tutelados, 700 están con familias de acogida y 300 en los centros especiales.
La vigilancia será similar a la que se realiza en los casos de mujeres con riesgo de sufrir violencia machista. En este caso llevan una pulsera que activan en caso de encontrarse en peligro. El 112 recibe un mensaje de alerta y automáticamente activa el protocolo avisando a la Policía o la Guardia Civil de la situación. En el 112 saben quién es la mujer que ha dado la señal de alarma al estar en un registro especial y conocer su residencia habitual.
En el caso de los menores tutelados, el objetivo es que tengan en su móvil el llamado "botón del pánico", que puedan pulsar cuando estén en peligro. Pero al mismo tiempo, gracias al teléfono móvil, ello permitirá saber en todo momento su localización.
Desde el IMAS indicaron que la reunión tendrá lugar esta misma semana, ya que quieren activar la vigilancia digital de los menores cuanto antes.
