Yllanes y Podemos en Balears quieren dar por zanjada la crisis sobre los sobresueldos que reciben altos cargos de su formación 'importados' de otras regiones con una rebaja a la mitad de los complementos que cobran, perdonándonos así a todos parte del dinero público que nos cuestan. La respuesta dada del partido morado evidencia que no han entendido lo que ha enervado a la opinión pública este descubrimiento periodístico. No es solo una cuestión de 12.000 euros, se trata de que se han evidenciado los privilegios de los políticos sobre el resto de trabajadores o familias, en materias como la carestía de la vivienda .

La aparición de Podemos supuso en su día un soplo de esperanza. Un partido que hablaba de "la casta" de los políticos, que llegaba para servir y no servirse de los ciudadanos, que denunciaba las prebendas de los partidos tradicionales. Por lo visto, poco quedan de tan loables principios. Se han sumado al resto de formaciones de la vieja política, como las llamaban, y que siguen sin querer, de hecho, cambiar las cosas. Se ha demostrado, tanto el PSOE como el PP están o mudos o mirando hacia otro lado en esta polémica.

Y sin hablar de posibles fraudes, Yllanes también ha errado el tiro incluso cuando lleva el debate al tema de la foraneidaddebate al tema de la foraneidad. Otra vez una cuestión de privilegios si vemos lo que cobran esos altos cargos por vivir y trabajar en Balears, comparado con otros colectivos de trabajadores públicos: policías, médicos, funcionarios de justicia, empleados aquí, en una comunidad que no era la suya. Y ya no hablemos de la comparación con el simple currante, el que se plantea venir a Balears a buscarse la vida, porque en su tierra no halla empleo alguno, colectivo al que se supone debería proteger Podemos. Los hay que malviven con un sueldo mísero, que les llega para pagar poco más que el alquiler, y los hay que hasta renuncian a trabajar en las islas por la falta de ayudas a la vivienda. Claro, ellos no son cargos políticos.