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Boulevard

Jaume Font llama caradura a Jorge Campos en sa Pobla

Dos reuniones cara a cara entre Simón Pedro Barceló y Javier Hidalgo sellaron el acuerdo para la fusión por absorción de las agencias de viajes del segundo por el primero

El nuevo mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, desciende de mallorquines como su segundo apellido indica y es hijo del también presidente Luis Alberto Lacalle, que en julio de 1994 fue recibido por Juan Carlos de Borbón en Son Sant Joan. En el bolsillo le asoma la corbata.

Una testigo privilegiada me refiere la escena de reivindicación mallorquinista que Jaume Font protagonizó el pasado domingo en sa Pobla, su municipio natal y vital:

"Había Fira, y las autoridades se concentraban en el patio de la Escola Graduada para la comitiva oficial. De repente aparecieron Jorge Campos y unos diez conmilitones de Vox, con su tono intimidatorio de imitadores de Bertín Osborne, en un municipio donde superaron el millar de votos. Entre los murmullos reprobatorios de los otros partidos, ronroneaba Cati Cladera, sin atreverse a declamar. Ni corto ni perezoso, Font se acercó al líder de la ultraderecha moderada balear, y no fue para pedirle el siguiente baile:

—¿Qué hacéis aquí? Vosotros no contáis con representación institucional en sa Pobla. Tenéis la cara más dura que el cemento armado.

—¿Nos estás llamando caraduras?

—No, yo solo digo que tenéis la cara muy dura. Si a eso le llamas ser un caradura, tú mismo."

Jaume Alatriste Font ignoraba que el ayuntamiento pobler había cursado invitación a Vox. Debe andarse con tiento al llamar a las cosas por su nombre, que consulte a Valtònyc.

Recuerden dónde leyeron antes que la venta de Air Europa a Iberia precipitaría el traspaso de las agencias de viajes de Globalia a Ávoris. Se ha consumado en menos de un mes, gracias a las dos reuniones cara a cara celebradas entre Simón Pedro Barceló y Javier Hidalgo, cumbres tan fulminantes como la de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias. Una dinastía secular comenzó con una empresa de autocares en el sur de Mallorca, la otra con autobuses en Salamanca.

Pese a la delicadeza desplegada para no hablar de vencedores y vencidos, Barceló ha efectuado una fusión por absorción de Hidalgo. El primero asume el control absoluto del nuevo gigante viajero. En el primer imperio funcionó la sucesión con los traumas de rigor, en el segundo encalló antes de materializarse. Ya transaccionaron en el Palacio de Congresos, pero hoy solo queda un jefe.

La farmacia hospitalaria es el departamento mejor valorado de Son Espases, en la sexta posición española según el Monitor de Reputación Sanitaria. Y nada más. Aplaudo a Jaume Garau en su artículo El barri la Llotja desapareix?, salvo cuando lamenta el vacío interior de un edificio muy superior a esa tienda de souvenirs llamada Catedral de Palma, el Ushuaia local. En la perfección hueca de la Lonja no cabe ni un suspiro.

Les agradará descubrir que el nuevo mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, desciende de mallorquines como su segundo apellido indica. Es hijo del también presidente Luis Alberto Lacalle que, según demuestra la imagen de Miquel Massutí que hoy nos ilustra, en julio de 1994 fue recibido por Juan Carlos de Borbón en Son Sant Joan. En el bolsillo del jefe de Estado de Uruguay asoma la corbata de la que se desprendió con presteza, al observar que el Rey no la llevaba. Alberto de Bélgica fue más lento de reflejos en una circunstancia similar y, al descender por la escalerilla del avión, el monarca español tuvo que hacerle gestos ostensibles para que se desembarazara de una prenda engorrosa en la isla. A la derecha de la foto, Sofía de Grecia habla con María Julia Pou, la primera dama y senadora uruguaya de inequívoco linaje mallorquín. Asistieron los cuatro a la fiesta de la Beateta en Valldemossa, pueblo de intensa emigración al país sudamericano, con calle dedicada.

Jean-Paul Dubois acaba de ganar el Goncourt con la desoladora Todos los hombres no habitan el mundo de la misma manera. Allí leemos que "con el Sol, el Canadá se parecía a Mallorca". Y estos días no puedo salir a la calle sin que las clases medias me acosen con la petición de una novela negra para devorar en Navidades, ni indigna ni indigente. La respuesta es La paciente silenciosa, de Alex Michaelides.

Reflexión dominical maurista: "Los dirigentes de Vox son españoles uterinos, porque su españolidad no hubiera sufrido mengua de haber nacido accidentalmente en Moscú".

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