"Los alumnos que se hicieron la foto que ha provocado la polémica en las redes sociales han pedido disculpas al director y a toda la escuela por un comportamiento del que no se sientes orgullosos. Han aprendido la lección y aseguran que no volverá a pasar". Este texto ha sido hecho público por el centro Aixa-Llaüt tras el debate abierto por la fotografía que se hicieron algunos de los jóvenes que acuden a este colegio haciendo el saludo fascista junto a banderas españolas.
Este anunció, difundido a través de Twitter, va acompañado de un texto, presuntamente redactado por uno de esos alumnos, en el que pide disculpas al director de Llaüt, Carlos Beltrán: "quería pedirle perdón por el lío que se ha montado por lo de la foto y lamento las molestias que hayamos podido ocasionar, no volverá a pasar".
Por su parte, la conselleria de Educación ha informado de que va a enviar a un inspector al centro para averiguar lo sucedido y en qué contexto de realizó la foto de la polémica.
Desde el sindicato Unió Obrera Balear se ha exigido a la Conselleria que, ante estos hechos, se retire el concierto económico al colegio, dado que Aixa y Llaüt “reciben alrededor de 1,7 millones de euros” solo a causa de las sentencias emitidas por los Tribunales Superior, Supremo y Constitucional.
En opinión del citado sindicato resulta “intolerable”, que en las islas, “donde hacen falta al menos 15 nuevos centros públicos, se subvencione a unos colegios elitistas que segregan por sexo, y donde los alumnos honran dentro de las aulas al nazismo”.
El secretario general del STEI, Miquel Gelabert, ya había expresado el lunes su rechazo al criterio pedagógico del colegio y reclamado una investigación por parte de la Conselleria para determinar si en la foto había participado algún docente, pero había hecho especial hincapié en la necesidad de no convertir en el centro de las críticas a los alumnos que aparecen en la imagen.
En concreto, desde el STEI se plantea la posibilidad de que el comportamiento de esos jóvenes esté vinculado a factores externos al centro, de su ámbito familiar, al considerar que lo sucedido refleja un problema de la sociedad actual de intolerancia y de una excesiva polarización política.
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