La Jefatura Provincial de Tráfico ha aceptado reforzar su plantilla de examinadores para la obtención del carné de conducir, con la incorporación temporal de cinco funcionarios venidos de la península y que llegarán en el plazo de unos pocos días, con el objetivo de paliar el colapso actualmente existente, según destacó ayer la vicepresidenta de la asociación de autoescuelas de las islas, Joana Ribas, tras la reunión mantenida ayer entre ambas partes. Este compromiso aleja el riesgo de un paro empresarial en el sector, según se reconoce.

Los representantes de las autoescuelas no ocultaron haber salido satisfechos del encuentro con la jefa provincial de Tráfico de las islas, Francisca Ramis, tanto por las iniciativas anunciadas como por el talante demostrado por ésta durante la reunión.

Las medidas que se van a adoptar consisten en traer de la península a cinco examinadores itinerantes, de los que tres se destinan a Palma También se van a autorizar 1.000 circulaciones extraordinarias de estos funcionarios para la ejecución de exámenes, con una ampliación del horario de las pruebas prácticas a las tardes.

Además, Joana Ribas señaló que el lunes se va a celebrar un encuentro entre representantes de la Confederación Nacional de Autoescuelas y el director general de Tráfico, Pere Navarro, en el que se le pedirá que aplique un refuerzo adicional de uno o dos examinadores más, además de los antes señalados, dadas las bajas por enfermedad que se están registrando en la plantilla estable de las islas.

Con todo ello, Ribas no ocultó que se ha dado un avance sin precedentes para hacer frente al colapso que actualmente se registra en Mallorca, con unos 4.000 alumnos en lista de espera para poder examinarse, según las estimaciones de la citada patronal, y una demora de tres meses y medio para poder hacer frente a estas pruebas.

Un aspecto a tener en cuenta es que desde esta asociación empresarial ya se había amenazado con movilizaciones si desde Tráfico no se tomaban medidas para hacer frente al problema antes señalado.

En concreto, se había anunciado un paro, en fecha a determinar, de 7 a 9 de la mañana, con el traslado de todos los coches de las autoescuelas de la isla a los principales accesos y rotondas de Palma. Esta acumulación de vehículos, coincidiendo con el horario de incorporación a los centros de trabajo y a los colegios, garantizaba el colapso en la circulación de la ciudad, según se apuntó.

Apoyo masivo previsto

Ribas había puesto de relieve, antes de la reunión con la jefa provincial de Tráfico, que incluso autoescuelas no asociadas a su patronal se habían puesto en contacto con ellos para comunicar su apoyo a cualquier medida de presión que se pudiera adoptar, lo que hacía pronosticar que el respaldo al citado paro iba a ser masivo.

Hay que tener en cuenta que desde el sector se ha venido afirmando que una demora de tres meses y medio en los exámenes prácticos iba a conllevar el cierre de algunas autoescuelas, además de suponer que los alumnos se presentan peor preparados, con lo que eso supone de riesgo de accidentes y de pérdida de vidas.

Un aspecto que se destaca es que esos retrasos implican que el alumno se ve obligado a seguir pagando clases prácticas para no perder los conocimientos adquiridos, con un impacto económico muy fuerte para las familias, o estar durante semanas sin volver a ponerse al volante, lo que equivale a acudir al examen con una formación más deficiente.