"En los años que llevo aquí, y ya son cuatro, no hemos recibido ninguna notificación por alguna reacción alérgica grave provocada por la vacuna de la gripevacuna de la gripe. Y cada año ponemos entre 120.000 y 150.000 dosis".

De esta manera tan expeditiva contestaba ayer Antònia Galmés, coordinadora de vacunas de la dirección general de Salud Pública, a los rumores que aseguran que esta vacuna ocasiona efectos adversos graves.

"Se trata de una vacuna muy segura y aunque hay que dejar claro que no hay ningún fármaco seguro al cien por cien, los beneficios que reporta superan con creces sus posibles inconvenientes.

La vacuna lleva virus fraccionados que no se pueden replicar y, por tanto, no pueden provocar una gripe. Nuestro sistema inmunitario los rechaza creando una defensa frente a ellos", explicó la especialista de Salud Pública.

Galmés señaló como reacciones adversas leves más habituales un enrojecimiento en la zona de inyección que puede venir acompañado de una "febrícula" (37 ó 37,5 grados a lo sumo) pasajera.

Y recurriendo al prospecto del medicamento enumeró entre otros efectos adversos leves cefaleas, sudoración, dolor muscular o articular y equimosis (hematomas) más habituales en personas mayores a consecuencia de los medicamentos anticoagulantes que toman.

Sobre los efectos adversos muy raros que podrían aparecer en menos de una de cada diez mil personas, citó reacciones locales en el brazo de mayores dimensiones y más duración (hasta una semana), dolores nerviosos, convulsiones febriles y urticaria por todo el cuerpo, entre otras nunca comunicadas en los últimos años.