Cuatro días después del inicio del juicio contra los controladores que provocaron el caos aéreos ocurrido en el mes de diciembre del año 2010, ha quedado esta mañana visto para sentencia. Esta mañana han desfilado por el tribunal los últimos doce trabajadores de la torre de control, que se han declarado culpables del delito de abandono del puesto de trabajo, lo que únicamente les supondrá el pago de una multa. También estaban presentes en la Sala de vistas los siete controladores que se negaron a aceptar el pacto que les ofrecía la fiscalía, que consistía en modificar el delito de sedición porel de abandono del puesto de trabajo. Estos acusados mantenían que el día de la movilización estuvieron trabajando, por lo que no podían aceptar ningún delito. Finalmente, el pasado lunes la fiscalía decidió retirar la acusación.

Este acuerdo, aceptado también por las acusaciones, se ha alcanzado después de que los 73 controladores aéreos consignaron 141.000 euros, un dinero que servirá para indemnizar a los perjudicados, a quien se les reconoce el daño moral sufrido como consecuencia de la movilización de este colectivo, desarrollada en todo el país, que provocó el cierre del espacio aéreo.

Aunque inicialmente la fiscalía solicitaba una pena de ocho años de cárcel para cada uno de los acusados, finalmente los controladores solucionan este juicio declarándose culpables de un delito menor y con el pago de una sanción económica y unas indemnizaciones a los perjudicados, que ya se han abonado, en la mayoría de casos a través del sindicato.

La fiscalía ha presentado un escrito definitivo de conclusiones, en el que narra las reuniones previas a la movilización, en la que los controladores analizaban el estado de la negociación que mantenían con la empresa Aena. La acusación afirma que la decisión de ir levantándose paulatinamente de su puestos de trabajo, alegando una indisposición médica, respondía a una maniobra de presión contra el Gobierno de cara a la negociación.

En total serán 279 las personas afectadas por la movilización de los controladores, que no pudieron salir de la isla, los que recibirán una indemnización, que cubre los gastos del viaje que no pudieron disfrutar, así como el daño moral sufrido. En la mayoría de casos la indemnización por los daños morales sufridos es de mil euros por pasajero, aunque en algunos casos la cifra es mayor.