Otra tanda de controladores aéreos, 21, se ha declarado esta mañana culpables de un delito de abandono colectivo del servicio, con ocasión de la huelga salvaje e ilegal del puente de la Constitución de 2010.

Los acusados pagarán sendas multas de 15.000 euros, excepto los cabecillas de la huelga, que dejó en tierra a más de 40.000 pasajeros en las islas, que deberán abonar 31.500 euros de multa y sufrir cinco meses de suspensión laboral.

La fiscalía y las acusaciones han sellado un pacto con las defensas para que 73 controladores se declaran culpables de abandono de servicio, condición para retirar la acusación a otros siete encausados, que esos días no trabajaban o sí prestaron sus servicios controlando los aterrizajes y despegues en los aeropuertos de Palma, Maó e Eivissa.

Mañana y pasado está previsto que desfilen ante la sección primera de la Audiencia otros controladores, que también se mostraran conformes con la acusación.