La mala calidad del agua que sirven las depuradoras a algunos de los campos de golf hace "inviable" este negocio según denuncian sus gestores y responsables, una vez se han conocido las sanciones que impone la conselleria de Medio Ambiente a tres de estas instalaciones por el uso ilegal de recursos del subsuelo.

Las plantas depuradoras están saturadas, principalmente en verano, que es cuando mayor aporte de agua de riego necesitan las enormes extensiones de césped de los campos de golf, y es entonces cuando llega un líquido "muy deficiente que nos enferma la hierba y provoca la rotura de nuestras plantas de ósmosis", sentenciaba ayer Bernardino Jaume, presidente de la Federación Balear de Golf.

La ley prohíbe a los campos de golf el uso de agua procedente de los acuíferos para el riego de sus instalaciones, y establece que éstas deben aprovechar y reutilizar la que proviene de la red de saneamiento. Pero la falta de inversiones y el exponencial crecimiento de la población ha provocado que una parte de ellas esté completamente obsoleta y sobrepasada y que, por tanto, suministre un producto que no satisface las necesidades de los campos de golf. Tanto es así que algunas veces llegan hasta los 'greens' desechos como compresas, asegura Jaume.

Las inspecciones de Medio Ambiente han concluido que los campos de golf de Andratx, Son Gual y Vall d'Or mezclaban el agua depurada con otra de mayor calidad, que procedía de pozos de agua potable.

Pero desde el sector aseguran que con la mala calidad del agua que procede de las depuradoras es sencillamente imposible ofrecer los estándares que requiere su actividad y que demandan los clientes. De hecho, la Federación Balear de Golf y la Asociación de Campos de Golf de Balears confirman que Golf de Andratx, uno de los sancionados, ha cerrado esta semana "temporalmente" debido a los perjuicios que le está causando el agua.

Solicitan inversiones

"La calidad del agua depurada no sólo es un problema para el golf, sino para todos los ciudadanos", defiende el presidente de la Asociación de Campos de Golf, Luis Nigorra. Por ello, el sector reclama "inversiones urgentes" a la Administración para mejorar las plantas depuradoras. "Los campos de golf pagamos un canon de saneamiento específico pero el servicio que recibimos no se adecua a lo que se está abonando", se lamenta el presidente de la Federación Balear de Golf, Bernardino Jaume.