Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Gregorio Luri: "Ser padre hoy es más complejo y las familias reaccionan sobreprotegiendo a sus hijos"

Rechaza que los progenitores hayan dimitido de su responsabilidad y defiende lo contrario: están demasiado pendientes de sus vástagos

Gregorio Luri: "Ser padre hoy es más complejo y las familias reaccionan sobreprotegiendo a sus hijos"

P ¿Todas las familias perfectas se parecen pero las imperfectas lo son cada una a su manera?

R No hay familias perfectas, algunas van de perfectas y se dedican a dar consejos: hay que huir de ellas. Todos somos mediocres más o menos afortunados.

P ¿Asumimos pues que en todas las familias hay conflictos?

R Neuróticos somos todos. Y no podemos curarnos la neurosis, solo aprender a quererla. Y con la familia, igual. No hay familias perfectas, las hay normales: aquellas que llevan su neurosis cotidiana sin excesiva gesticulación. Preocupan aquellas que ante un problema creen que lo solucionarán dando patadas a la realidad. Hay padres que están en un permanente ataque de nervios y así no se solucionan las cosas.

P ¿Ser padre hoy es más complejo que nunca?

R Sí. En sociedades agrarias, nacías allí y sabías que podías aprender el oficio viendo lo que hacían tus padres. El futuro era previsible, hoy no. En El camino, de Delibes, hay un niño al que mandan a estudiar y su padre dice que le servirá para progresar. Sus amigos, que se quedan, le preguntan qué es progresar: 'Mi padre dice que trabajar menos que él y ganar más'.

P Eso ya no es cierto hoy día.

R En mi época lo era. Hoy miramos a nuestros hijos de frente y no sabemos cuál es la clave para que trabajen menos y ganen más. Y hay otros elementos que hacen más compleja la paternidad. Los padres no son culpables y no es cierto eso de que han dimitido, al contrario, nunca se han preocupado más por sus hijos: de hecho, se preocupan demasiado.

P ¿Son padres 'helicóptero'?

R Las rodillas de los niños ya no tienen heridas. ¿Qué pasa: no juegan? No tienen espacios propios para vivir sus aventuras; viven juegos reglados y didácticos bajo la supervisión de un adulto. Todo es más complejo y los padres reaccionan, de manera humana, intentando proteger a sus hijos de la incertidumbre. La mejor manera de protegerlos es no protegerlos en exceso.

P ¿También se les protege en exceso contra la frustración?

R En mi libro desarrollo una teoría sobre los nuevos derechos del niño, y el tercer y cuarto derecho que marco como esenciales son: 'Derecho a conocer el significado de los adverbios de negación' y 'a ser frustrado'. ¿Qué es la frustración? El derecho del pastelero a no comerse los ingredientes mientras está haciendo un pastel. La frustración es pensamiento estratégico: conviene reprimir el deseo inmediato si eso te va a traer un bien mayor después. Y ahora que se habla tanto de competencias para el siglo XXI, el pensamiento estratégico es clave.

P ¿Un padre puede ser colega de sus hijos?

R Un colega es alguien que te guarda un secreto que no le cuentas a tus padres. Los colegas son los aliados. Los padres que van de colegas se quedan frustrados cuando descubren que su hijo adolescente es un adolescente. En el Mediterráneo a veces cuesta entender esa cierta distancia afectiva a unas edades. Y nunca escatimamos elogios a nuestros hijos: 'Es que eres tan inteligente, tan guapo'...

P ¿Y eso es malo?

R A veces sobrecargamos tanto sus expectativas que hacemos niños inseguros: ¿Cómo consiguen estar a la altura de esta inteligencia que tanto le aplaudimos? En el norte son más cautos: alaban más el esfuerzo (la capacidad de trabajo, la de tolerar la frustración...).

P Hay escuelas que sienten que las familias delegan en ellas la responsabilidad educativa, ¿comparte esta visión?

R No es cierto: ¿Por qué los padres durante los primeros cursos asisten a las reuniones y luego dejan de ir? Si dimitieran de su responsabilidad lo harían desde el principio ¿La escuela da las respuestas adecuadas a las preocupaciones de los padres? Con buenas intenciones a veces les dicen cosas como 'es buen chico pero es vago', cuando lo que los padres buscan es que el maestro les diga 'tranquilo, tu hijo está en buenas manos'. Confianza en que el servicio que pides está gestionado por alguien competente.

P ¿Qué opina sobre los llamados 'gurús educativos'?

R Me preocupa mucho, se dicen muchas tonterías. Por ejemplo, se repite mucho un dato que no viene de ninguna fuente creíble: el 65% de los trabajos del futuro aún no se han creado. Y se habla de una serie competencias.

P ¿Cómo cree usted que debe la escuela preparar a los niños para el futuro?

R Sea cual sea el futuro lo necesario será lo que ha sido siempre, como el pensamiento estratégico. La perseverancia también será siempre un factor asociado al éxito. Y la competencia esencial que deberíamos estar trabajando es la capacidad atencional: vayas donde vayas, los profesores dicen que lo que más les cuesta es mantener la atención de los niños.

Antes creíamos que sociedad de la información era igual a sociedad del conocimiento, pero hoy sabemos que para nada: la cantidad de información que nos circunda es enorme y necesitamos criterio para saber cuánta es verosímil, y para ello lo primero es garantizar la atención.

P ¿Y esto no se está trabajando?

R Con algunas propuestas veo cierto buenismo bienintecionado y a veces equivocado. También se dice mucho: 'Vamos a hacer a los niños creativos'. Vale, pero ¿cómo serás creativo si no tienes conocimiento? Se diga lo que se diga, la competencia lingüística es esencial, junto a las STEM, el acrónimo de ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas. El principal reto del sistema educativo es dar forma a un humanismo STEM. Las matemáticas son un lenguaje y quien no lo hable no sabrá entender aspectos básicos de la realidad. Y no son exclusivas de 'los de ciencia'. Hay que olvidar eso de 'ciencias y letras'. Y potenciar el lenguaje musical, otro lenguaje esencial.

P 'Solo se aprende lo que has experimentado o lo que te ha emocionado'. ¿Está de acuerdo?

R Eso me pone muy nervioso. El aprendizaje es un factor de emoción. Hay cosas que te han emocionado, una novela, una canción, porque has tenido capacidad lingüística para entenderlas. No es el interés el que genera el conocimiento, es el conocimiento el que te genera el interés.

P Así, ¿siempre será necesario poner codos?

R No hay alternativa. No digo que sea la única manera, pero no despreciemos ni renunciemos a ninguna metodología. Tanto la clase magistral como el trabajo por proyectos exigen que haya un buen profesional detrás. No renunciemos tampoco a ningún recurso, como la pizarra o el libro, por 'fobias'.

Conferencia en Club Diario de Mallorca- día 10 de mayo 19h: ´Elogio de la familia sensatamente imperfecta´

Compartir el artículo

stats