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El IB-Salut ha gastado más de 40 millones en la renovación de su tecnología asistencial

La adquisición de dos nuevas resonancias magnéticas para Son Espases y Son Llàtzer, próximos gastos más elevados previstos para el periodo 2019-2022

Una imagen de un paciente durante una resonancia magnética. CAIB

El Servei de Saluten la renovación de su tecnología asistencial. En 2015 desembolsó un total de 8.089.184 euros, cantidad que un año después se elevó hasta los 17.202.583 euros y que se estabilizó el año pasado en torno a los 15,2 millones para arrojar un monto total, en estos tres años, de 40.547.691 euros.

El secretario general del IB-Salut, Manuel Palomino, añade que este 2018 se han licitado adquisiciones de nuevos aparatos por valor de 15.798.026 que, previsiblemente, ya estarán cumpliendo sus tareas asistenciales a comienzos del próximo año.

"El hospital que tenía el aparataje más desfasado era Son Llàtzer. A este hospital hemos destinado 1,5 millones en 2015, 8 en 2016 y 3 en 2017. En total, unos 12 millones solo para este hospital", detalla el secretario general.

Pero, ¿en qué se gastan estas ingentes cantidades de dinero por sí solas superiores al presupuesto de algunas conselleries? Palomino responde que en "respiradores, mesas quirúrgicas, mamógrafos, ecógrafos... se trata de un plan global de renovación tecnológica

Dentro de las inversiones más elevadas para este año se encuentran la nueva resonancia magnética con la que se dotará al hospital comarcal de Manacor y que costará 1,4 millones de euros. O el TAC para el hospital de Formentera por el que habrá que desembolsar otros 400.000.

El centro sanitario de Llevant ya tiene una tecnología obsoleta en un mundo en el que las máquinas cambian y se mejoran constantemente. Y Son Espases, abierto hace menos de 8 años, ya se está quedando atrás y precisa nuevos aparatos. "Buena parte del material se trasladó desde Son Dureta", justifica el gasto Palomino.

Una vez acometidas estas inversiones, en cuyo montante está incluido la nueva maquinaria adquirida para Primaria, para que los centros de salud ganen en operatividad y resolución de problemas, se empezará a abordar otro plan de renovación tecnológica con el horizonte del año 2022.

Entre 2019 y 2022 sus planes pasan por gastar 1,6 millones más para seguir modernizando y dotando de maquinaria a los centros de salud que se sumarían a los 3,2 millones invertidos en Primaria -básicamente en ecógrafos, tensiómetros, pulsímetros- en el primer trienio de la legislatura al que se ha de sumar la adquisición de 50 ecógrafos licitados este 2018.

"Hemos dividido las inversiones en cuatro ramas: la maquinaria de diagnóstico por imagen, la de soporte vital, la de monitorización y la radioterapia", explica antes de admitir que "la que tenemos más trabajada es la primera y en ella esperamos invertir unos 16,7 millones de euros entre 2019 y 2022".

Seis resonancias en Palma

Entre los aparatos que se adquirirán se encuentran dos resonancias magnéticas, una para Son Llàtzer, que pasará a tener dos, y otra de última generación para Son Espases, que a partir de entonces dispondrá de cuatro. "Y te recuerdo que este año adjudicaremos la compra de otra para Manacor. También se adquirirá un TAC de alta gama para el Mateu Orfila, se renovará la maquinaria de la sala de intervención vascular de Son Llàtzer así como la de la sala de cardiología electrofisiología de Son Espases", recapitula el secretario general.

50.000 usuarios pendientes de una prueba radiológica

Un total de 49.741 usuarios del Servei de Salut estaban a la espera de que se les realizara una prueba radiológica a finales del pasado mes de marzo, según cifras facilitadas por este departamento. Y de ellos, más de la mitad (27.124) lo llevaban haciendo por un periodo de tiempo superior a los 6o días que marcará como límite el futuro decreto de garantía de demora que este Govern se ha comprometido a reimplantar tras su derogación durante la pasada legislatura del PP.

Así, la lista de espera para hacerse una ecografía ascendería a 10.004 personas, 4.436 de las cuales estarían aguardando hacerse esta prueba diagnóstica más de dos meses.

No obstante, las pruebas de radiología convencional son las que acumulan las listas de espera más elevadas con un total de 24.17o personas incluidas en ellas, 14.838 desde hace más de sesenta días.

Las resonancias magnéticas sería la tercera prueba radiológica con mayor demora ya que a finales de marzo acumulaba un total de 9.859 personas pendientes de una llamada para realizársela y de las que más de la mitad, 5.746, la aguardaban desde hace más de dos meses. De promedio.

Para hacerse un TAC ( obtención de imágenes de cortes o secciones de alguna parte de la anatomía para determinar la causa de algún dolor) también hay una lista de espera elevada, de 4.139 personas, 1.611 de ellas durante más de 60 días.

Las mamografías también acumulan un total de 1.285 pacientes aguardando aunque tan solo una cuarta parte de ellos (386) lo hacían desde hace más de dos meses a finales de marzo, Para completar la cifra inicial habría que sumar las 284 personas en espera de una prueba de radiología intervencionista (107 más de 2 meses).

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