Terraferida instó hoy al Govern a clausurar los campos de golf que rieguen con agua potable, unas instalaciones que además, según remarcó esta organización, no deberían recibir fondos públicos.

La plataforma en defensa del territorio se pronunció así después de que DIARIO de MALLORCA desvelase esta semana que agentes medioambientales del Govern han detectado hasta diez pozos ilegales de agua potable que son utilizados por media docena de campos de golf para el riego de las instalaciones. Esto supone un tercio de estas instalaciones en la isla.

“Mallorca vive una grave crisis hídrica durante buena parte del año, con restricciones de agua en muchos pueblos en verano y con graves problemas de contaminación en el agua por nitratos y cloruros”, sostuvo Terraferida, en un comunicado de prensa.

Esta organización exigió también al Ejecutivo autonómico que resuelva “lo más rápidamente posible los expedientes por extracción ilegal de agua”. Como informó en su edición de ayer este diario, un grupo de agentes de Medio Ambiente lleva meses reclamando conocer el estado de las denuncias levantadas por sus inspecciones en los últimos siete años. Los funcionarios enumeran hasta 20 actas que han levantado en este periodo tras detectar indicios de ilegalidad.

Terraferida señaló que el riego de campos de golf con agua potable se lleva denunciando “desde hace muchos años” por asociaciones ecologistas, particulares y los propios agentes medioambientales, pero -lamentó- “hasta ahora no se ha cerrado nunca ningún campo y sólo se ha multado al de Andratx, en 2016”.

La organización expuso que uno de los campos de golf investigados -el de Son Térmens (Bunyola)- acogió en 2016 una Feria Internacional del Golf que contó con la aportación de 860.000 euros de instituciones públicas; una circunstancia que Terraferida considera “inaceptable”.

La Asociación de Campos de Golf de Mallorca ha asegurado que, si se demuestra que hay instalaciones que han incumplido la normativa, deberían “pagar” por ello.