El Consell de Mallorca, a través del Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS), ha decidido prescindir de la directora de la residencia de la Bonanova. Se trata de una funcionaria que dirigía el centro en comisión de servicios y el IMAS le ha comunicado que no le renueva esta comisión de servicios que acaba el próximo mes de noviembre. El IMAS ha decidido prescindir de la dirección de la residencia geriátrica más grandes de España, con 450 internos, dos días después de que este periódico publicara que se aplicaban castigos a ancianos que no se portaban bien.

Desde el IMAS indicaron que los motivos del relevo son que se quiere dar un nuevo rumbo en la gestión del geriátrico y para ello están impulsando una importante reforma del centro. Apuntaron que la decisión de no renovar a la dirección de la Bonanova estaba ya tomada hace tiempo, no obstante se le comunica dos días después de destaparse el caso de los castigos a los abuelos.

Este periódico desveló el pasado lunes que la residencia geriátrica de la Bonanova, propiedad del Consell de Mallorca, estaba aplicando castigos a ancianos cuando protestaban o tenían conductas poco adecuadas. Uno de los ancianos estuvo una semana sin poder acudir al comedor porque protestó aireadamente de la calidad de la comida, mientras otra anciana tuvo prohibido acudir al bar y a la peluquería al quejarse de los altos precios de los servicios.

Ninguno de estos castigos está contemplado en el Reglamento de Régimen Interior del geriátrico. Este reglamento habla de sanciones económicas, traslado de centro o incluso expulsión. No hace ninguna referencia a castigos disciplinarios en forma de prohibición. Desde el IMAS explicaron que se trata de personas con perfiles sociales precarios que aplicarles sanciones económicas o expulsarlos no se resolvería el problema social. No obstante, reconocieron que es preciso revisar el reglamento.