Los ciudadanos que más impuestos entregan de media al Estado cada año sufren la menor dotación de plazas de residencia de anciano, una de las listas de espera quirúrgica más largas del Estado y aparecen cada año a la cola en las estadísticas con las que se miden el nivel y los resultados educativos de los estudiantes: el dinero de las islas beneficia a quienes viven fuera de ellas. Solucionarlo pasa por dos herramientas distintas. Una es el modelo de financiación autonómica, el mecanismo que reparte la recaudación entre las comunidades, con una fórmula que hace de Balears la primera a la hora de pagar y entre la octava y la décima cuando toca recibir. La otra es el Régimen Económico Especial de Balears, con el que se pretenden plantear compensaciones económicas concretas a desventajas derivadas de la insularidad. Que son muchas y costosas: son más de 7.20o millones de euros al año, una cifra nutrida por el mayor coste de la vida en las islas, las cargas extra que sufren las empresas por operar en el archipiélago o los precios demasiadas veces desorbitados que los habitantes de las islas llegan a pagar por volar cuando más se nota la insularidad, es decir, cuando la urgencia no da más alternativa que pagar lo que pidan. Todo ello junto le supone de media a cada balear 6.050 euros al año. Muchos. Algo así como una de cada cuatro euros de sueldo.

Lo documentan en el trabajo presentado hace ya seis meses por el profesor Groizard al Govern para que haga en Madrid una propuesta que se hace esperar (van dos años de legislatura y aún no han concretado nada). En el informe explican que todo cuesta más en la isla:¡ el sobrecoste de los productos de consumo es equivalente a aplicar un arancel de entre el 13 y el 17% sobre el precio. Eso es lo que están pagando de más los consumidores y empresas de las islas, equivalente a 800 millones por año.

¿Cómo reducir el impacto? Pues en el propio estudio detallan una propuesta para compensar la insularidad con el impuesto que grava el consumo: el IVA. Ya lo hacen otros estados de la Unión Europea con sus islas, dicen en el estudio, en el que ponen el ejemplo de Grecia, Francia€ y España, que lo hace, pero solo con Canarias, Ceuta y Melilla. "Recomendamos un IVA especial para Balears", concluyen en el informe, en el que concretan más: el IVA general pasaría del 21% al 15%, mientras que el reducido iría del 10% actual al 5%. Esa reducción "igualaría las pérdidas totales experimentadas por el consumo de bienes finales y de capital que Balears deja de adquirir como resultado de la insularidad". Concretamente, aseguran que esa rebaja ahorraría a los baleares 933 millones (calculado con datos de 2015).

Hacia el sistema canario

El planteamiento para Balears supondría un gran salto competitivo para las islas. Y sin llegar al sistema canario, que va un paso más allá. Se asienta en la sustitución del IVA por el IGIC (Impuesto General Indirecto Canario), que fija unos tipos tributarios sensiblemente más bajos. Lo abaratan todo, empezando por los considerados "productos de primera necesidad", como el agua, los medicamentos, los libros, los alimentos e incluso el transporte aéreo de pasajeros: para todo eso, el impuesto es del 0%. También es más competitivo su turismo: en Canarias el consumo en hostelería paga un 7%, frente al 10% balear. El sistema canario contempla cinco tramos de tributo, con un máximo de impuesto del 13,5% (en Balears, 21%). Por eso en la propuesta del equipo de Groizard al Govern se sugiere explorar la opción de reivindicar un sistema como el canario, aunque antes de llegar tan lejos, quizá haya que llegar a algo. Ya toca.