-Es diputado de Podemos porque decidió abandonar la presidencia del tribunal de Nóos. Ahora parece que la sentencia ha quedado en punto muerto por divergencias internas.
-No comparto que esté en punto muerto. Es una sentencia técnicamente complicada: hay muchos acusados, sobre los que recaen varios delitos y la deliberación debe ser más profunda. Demuestra la responsabilidad de las tres magistradas para que no quede ningún cabo suelto en la deliberación para que sea lo más ajustada a derecho. No es deseable que se retrase mucho más, pero sí que sea muy meditada. Que se haya solicitado una prórroga demuestra el interés del tribunal para que sea lo más adecuada.
-¿Dónde cree que pueden estar las discrepancias que ha trascendido que existe?
-No llegué a formar parte del tribunal y no sé dónde pueden estar las discrepancias. Pero esto forma parte de la normalidad en las deliberaciones de la Audiencia Provincial. Es normal que haya diferencias entre las magistradas acerca de la calificación de los hechos, cómo atribuir un hecho delictivo a una determinada persona o en las penas. Sin estar dentro del tribunal, no me atrevo a aventurar dónde está la discrepancia.
