La fiscalía Anticorrupción de Baleares solicita una condena de 17 años de cárcel para Alexander Romanov, el mafioso ruso detenido hace casi dos años en su lujosa mansión de Calvià. El acusado se encuentra ahora en prisión, donde permanecerá al menos hasta que sea juzgado. La fiscalía le imputa los delitos de blanqueo de dinero, pertenencia a un grupo criminal, falsedad en documento y un delito contra los derechos de los trabajadores. Y se le responsabiliza de ser el representante de la organización mafiosa Taganskaya, que blanqueó en Mallorca, a través de inversiones turísticas, la cifra de 14 millones de euros, dinero que procedía de las actividades ilegales.

Romanov, que es economista de profesión, representaba un alto cargo dentro de esta organización criminal, que cuenta con contactos en las más altas instancias políticas y económicas de Rusia. El detenido, que con el dinero de la mafia compró un hotel en Peguera y la vivienda adjunta, será definitivamente juzgado por estos delitos, vista que se celebrará en breve en la Audiencia.

Será juzgado porque así lo ha decidido el juez Manuel Penalva, que ha dictado un auto por el que abre juicio oral y ordena que el mafioso y otras once personas, entre ellos varios familiares, respondan ante un tribunal de los graves delitos que imputa la fiscalía Anticorrupción. El juez ha fijado para toda la rama de la organización criminal en Mallorca una fianza de responsabilidad civil que suma más de 200 millones de euros. Solo al economista ruso le impone una fianza de 53 millones de euros.

El juez mantiene el embargo tanto del hotel Mar i Pins, adquirido a través de dinero procedente de Rusia, como el chalet adjunto donde vivía la familia Romanov. También se ha intervenido el dinero de las cuentas bancarias y las joyas, valoradas en más de 250.000 euros, que la Guardia Civil encontró en la vivienda de Peguera.

Natalia Vinogradova, la esposa, acompañará a su marido en el banquillo de los acusados. Al igual que sus padres, Boris Vinogradova y Margarita Steponova, a los que su yerno utilizó como testaferros para sacar el dinero de Rusia y trasladarlo a España a través de transferencias bancarias. Los fiscales Anticorrupción Juan Carrau y José Grilda (éste último especializado en redes mafiosas rusas establecidas en España) reclaman una condena de 26 años de cárcel para la esposa Natalia Vinogradova. Le imputan también los delitos de blanqueo de dinero, pertenencia a banda criminal, falsedad y un delito contra los derechos de los trabajadores.

Asesores de la mafia

Los otros diez acusados son los asesores o colaboradores que buscó Romanov para poder invertir el dinero que le enviaban de Rusia. Entre ellos destaca la figura de un abogado, que fue quien le ayudó a crear la estructura societaria que se utilizó para invertir el dinero obtenido ilegalmente en Rusia. Los fiscales señalan que el empresario de Moscú encabezaba en su país una red de sociedades, que centraban sus negocios en el alquiler de locales, explotación de gimnasios y otros intereses inmobiliarios.

En las conversaciones telefónicas que intervino la Guardia Civil se aprecia que Romanov mantenía contactos con los líderes de esta organización criminal, especializada en los denominados raids. Se trata de un sistema por el que la organización se apodera del control de determinadas sociedades. Después se descapitaliza la empresa, provocando que entre en quiebra. Los beneficios de esta operación se reparten entre los miembros de la organización.

La Guardia Civil mantiene que Romanov no es más que un testaferro del vicepresidente del senado, llamado Alexander Torshin, con quien mantiene varias conversaciones sobre las operaciones económicas que realiza en Mallorca. El nombre de Torshin, uno de los políticos más influyentes de Rusia, no está incluido en el escrito de acusación. Sin embargo, los fiscales sí incluyen los nombres de los otros jefes mafiosos. Varios de ellos son altos cargos ejecutivos de empresas o de las entidades financieras más importantes de Rusia. Algunas de estas personas le ayudaron a sacar el dinero de Rusia.

La Guardia Civil desmontó la red societaria que organizó Romanov al establecerse en España. En los pocos meses que estuvo residiendo en Mallorca el mafioso ruso logró blanquear unos 14 millones de euros.