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Solidaridad

Comida "a domicilio" para los 'sin techo'

La ONG Ayuda a tu Gente Mallorca, que reparte alimentos entre los indigentes que viven en la calle, reclama a Cort que les facilite un punto de asistencia para agilizar su labor

Miguel Sánchez preside la ONG Ayuda a tu Gente Mallorca, una modesta organización sin ánimo de lucro que se dedica, sin ningún tipo de ayuda institucional, a subsanar las carencias de otros servicios oficiales en lo que a cubrir las necesidades de indigentes sin techo se refiere.

Así, el promotor de esta ONG, que ha sufrido en sus propias carnes lo duro que es vivir en la calle porque padeció esta situación durante más de un año, lleva desde el pasado 23 de octubre llevando comida cocinada en su propio domicilio y ropa de abrigo a indigentes que se refugian en los cajeros o en alguno de los múltiples inmuebles abandonados de Ciutat.

"Muchos comedores sociales cierran sus puertas a las siete de la tarde y, más allá de ese servicio, la unidad de emergencias de la Cruz Roja solo actúa de diez de la noche hasta las dos y media de la madrugada. Y yo me pregunté, ¿qué pasa con las personas a partir de esa hora? ¿No tienen derecho a que se les haga llegar algo de comer?", se reformula Miguel Sánchez el cuestionamiento que le llevó, allá por el pasado mes de octubre, a montar esta ONG que pretende llevar comida, ánimo, abrigo y consuelo "a domicilio" para los que carecen de él.

El presidente de esta iniciativa solidaria, en la que está embarcado con Sonia Lozano, que ejerce de tesorera y vicepresidenta de la ONG, y de Jesús M. Hernández, en calidad de secretario, revela que atenderán a unos cincuenta indigentes llevándoles hasta los sitios en los que pernoctan "comida que hemos preparado en nuestra casa, por regla general unos macarrones a la boloñesa".

Ayuda a tu Gente Mallorca es una organización sin ánimo de lucro que no percibe ningún tipo de subvención y se nutre de donaciones de particulares y de algunas ayudas puntuales, como la libreta con 2.000 euros que les facilitó la Obra Social de La Caixa y que les permitió comprar una furgoneta de segunda mano con la que realizan ahora los repartos -antes lo hacían con un humilde motorino- y suscribir un seguro de responsabilidad civil con una vigencia de seis meses.

Porque este es uno de los asuntos que más preocupan en estos momentos a los promotores de esta iniciativa altruista. Y su presidente lo explica con detalle: "Nos dirigimos al ayuntamiento de Palma el pasado mes de febrero para que nos facilitasen un punto de asistencia en una plaza de Ciutat. El objetivo es poder llegar al sitio que nos concedan, montar nuestra mesa y nuestra carpa y proceder a repartir la comida a los que la precisen evitándonos tener que repartirla por varios puntos de Palma con el consiguiente gasto de gasolina. Pero en estos momentos todo está parado", lamenta.

Primero les negaron ubicar ese punto de asistencia en el parque ubicado junto a la Comandancia de la Guardia Civil y todavía esperan respuesta a su petición, presentada el pasado mes de mayo, para hacerlo o bien en el parque infantil de 'Pocoyo', junto al Baluard, o en el Parc de les Estacions. "Simplemente les hemos pedido permiso para ubicar nuestro punto de reparto entre las diez y las doce de la noche, para que los más necesitados puedan comer algo a esas horas. Pero no nos contestan", se indigna Miguel, que en verano trabaja en una discoteca y en invierno lo hace como repartidor de comida a domicilio.

Y se indigna por la falta de respuesta a una petición para realizar una labor solidaria que las instituciones hoy en día no cubren y por las constantes trabas y trámites burocráticos que ha tenido que sortear para llevarla a cabo.

"Me han pedido el carné de manipulador de alimentos y un seguro de responsabilidad civil para cubrir posibles demandas por algún intoxicación que se pueda producir por su consumo, entre otros muchos papeles para constituir y registrar la entidad", denuncia Miguel Sánchez, que sigue sin entender por qué la Administración pone tantas trabas para que alguien ayude a los más necesitados.

Y es que, tras satisfacer las tasas para inscribirte como asociación en el registro del Govern, luego hay que presentar unos estatutos como entidad sin ánimo de lucro. "Mientras te los aprueban, trámite que se demora más de tres meses, te dan un CIF provisional. Y hasta que no tienes todo normalizado, no te puedes inscribir en el registro de entidades ciudadanas de Cort (Remec), primero, y como asociación sin ánimo de lucro en el departamento de Serveis Socials del Consell de Mallorca más tarde", enumera Miguel Sánchez el farragoso periplo burocrático que esta asociación ha tenido que sortear para poder acceder al Banco de Alimentos y que esta institución les suministre comida para repartir entre los más necesitados. "Hasta que lo hemos conseguido hemos pasado un invierno muy duro", confiesa ahora.

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