El expresident del Govern del Partido Popular (PP) Jaume Matas ha tenido, en cuatro años, otros cuatro abogados defensores en el caso Palma Arena, dividido en 27 piezas separadas. Matas, en opinión de algunos juristas, es un cliente difícil por su fuerte personalidad y por su tendencia a no acatar los consejos de sus letrados.

Los abogados que han renunciado a Matas han recurrido al secreto profesional para no desvelar los motivos verdaderos de su ruptura. No obstante, sí ha trascendido que el exministro de Medio Ambiente no ha pagado sus emolumentos correspondientes a Antonio Alberca (ni a su procurador), así como tampoco a Rafael Perera.

La marcha de Manuel Ollé, el primero en abandonar el barco, quizás no estuvo influenciada por motivos económicos, aunque Matas aseguró que no podía pagar los honorarios a dos defensores a la vez: Rafael Perera y Ollé.

Este último quizás dejó la defensa por sentirse un "extraño" en un caso donde la mayoría de abogados eran mallorquines y conservadores. Matas y su cuñado Fernando Areal tenían en 2010 todavía mucha influencia en la sociedad mallorquina y aquel "clima" le sentó mal al penalista madrileño, experto en derecho internacional y en la defensa de los derechos humanos.

Rafael Perera, que ya había representado a Gabriel Cañellas y que era abogado de Jaume Matas desde los años 90, tiró la toalla cansado de que su cliente no le escuchara.

Perera aconsejó a Matas que aportara la fianza de tres millones de euros para evitar el ingreso en prisión mediante sus propiedades inmobiliarias o un aval bancario, nunca en efectivo. Sin embargo, el expresident pidió un préstamo al Banco de Valencia y depositó la fianza en metálico.

Perera también se hartó de recomendar a su representado que no hiciera declaraciones extemporáneas a los medios de comunicación.

Matas siempre desatendió esos consejos y concedió entrevistas y ruedas de prensa que se han vuelto contra él en causas pendientes.

Matas con los que no ha mantenido tensiones han sido con Miquel Arbona y su compañero Josep Zaforteza, dos de los penalistas más eficaces de Balears.

Ahora habrá que ver si Matas ficha a Arbona para que asuma su defensa en todo el caso Palma Arena y, lo que es más acuciante, en el caso Nóos.