El Ib-Salut acordó con la Fundación Kovacs la contratación de sus servicios mediante el procedimiento llamado de "riesgo compartido". Este sistema consiste en pagar el servicio en función de la eficacia y la eficiencia del mismo. En este apartado, el Consell Consultiu se pregunta por qué se contrata un servicio "según la eficacia del mismo cuando el propio Govern certifica en la memoria que se trata de un método eficaz". Asimismo, pone en duda que las mediciones de la eficacia, mediante el grado de dolor de los pacientes, sean evaluados por la propia Fundación Kovacs y no por parte del Govern.

"Resulta sorprendente -reza el dictamen jurídico- que se haya fijado en el anexo del pliego de condiciones que el grado medio del dolor entre pacientes será medido por los sistemas de información vigentes en la Fundación Kovacs". El informe del alto órgano consultivo recuerda que un elemento clave del pago basado en la eficacia reside en la determinación de resultados bajo parámetros "objetivos y fácilmente evaluables".

Las minutas de la Fundación Kovacs no son baratas. Según se detalla en el dictamen del Consultiu, cada sesión de terapia de grapas le cuesta al Govern 632 euros. En el caso que sea una reintervención el precio baja a los 442,7. Mientras, que cada consulta se la cobran a razón de 48,7 euros. A todo ello hay que añadir un porcentaje que el Govern debe pagar en función de la eficacia del método. Ello puede suponer entre un 30% y un 50% más en la cantidad a pagar.

En su conclusión quinta, el jurista del Consell Consultiu relata que en algunos meses en las facturas emitidas por parte de la Fundación Kovacs no figura la evaluación de eficacia del servicio, mientras que en otras sí. "Paradójicamente -relata el dictamen- en todos los casos, incluso en los periodos donde no se ha incorporado el informe de valoración, se adjunta un certificado de altos cargos del IB-Salut que apuntan que el servicio se ajusta a los criterios descritos en el pliego de condiciones".