El Servei de Salut registró el pasado año un total de 404 episodios de violencia en el ámbito sanitario, una cifra que supone una disminución del 31,6% respecto a los casos registrados el ejercicio anterior. Entre los datos facilitados por el IB-Salut se destaca que ocho de cada diez agresiones fueron verbales y que tres de cada cuatro incidentes tuvieron como escenario las consultas, las urgencias, las plantas de hospitales y los servicios de admisión. El personal de enfermería fue el más atacado, con 126 agresiones, seguido de cerca por los médicos, que hubieron de soportar 115 ataques. El IB-Salut resaltó que 348 de los episodios no acarrearon ninguna consecuencia para las víctimas.